EFE. LA VANGUARDIA.- La ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) en Brandeburgo se ha convertido en objeto de vigilancia por parte del espionaje interior, informan este lunes los medios, que citan al Ministerio del Interior de ese estado federado.
Según la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfsV), hay «indicios claros suficientes» acerca de las aspiraciones ultraderechistas de la formación a nivel regional.
Los servicios secretos podrán así utilizar todos los medios y métodos para esclarecer si estas sospechas se confirman.
La propia AfD optó el pasado 15 de mayo por dar de baja como militante a su líder en Brandeburgo, Andreas Kalbitz, por sus vínculos con una formación neonazi ilegalizada hace unos años.
La decisión de la AfD ha causado controversia y ha divido a esa formación, la tercera fuerza del país.
Kalbitz es uno de los representantes del ala más radical del partido en torno a Björn Höcke, líder de la AfD en Turingia y fundador de «Der Flügel» («El Ala»), una corriente neonazi dentro del partido que tiene mucha influencia pese a que no cuenta con estructura propia.
En marzo pasado, Kalbitz y Höcke se vieron obligados por la cúpula de la AfD a dar por disuelta «El Ala», después de que el espionaje interior hubiera comunicado ese mismo mes que quedaba bajo su vigilancia por sospechas de extremismo.
Bajo el liderazgo de Kalbitz, la AfD obtuvo en los pasado comicios regionales en Brandeburgo celebradas el año pasado un 23,5 % de apoyos, por detrás de socialdemócratas y por delante de los conservadores de la canciller, Angela Merkel.
La AfD de Höcke también se alzó como segunda fuerza en las elecciones del año pasado en Turingia con el 23,4 % de los votos, por detrás de La Izquierda y por delante de los conservadores.