Se radicalizó mediante contactos con un FTF marroquí que combatía en Siria
J.M. ZULOAGA. LA RAZÓN.- El yihadista detenido por la Guardia Civil en Barcelona pretendía cometer un atentado con cuchillo en las inmediaciones del Camp Nou con ocasión de la celebración de un partido del equipo local contra el Real Madrid, según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas.
Se trataba de un plan que se le había ocurrido, imposible de llevar a cabo en las actuales circunstancias, cuando el partido correspondiente a la actual temporada ya se ha jugado. Además, si lo pensaba para algún otro encuentro del Barça, la actual suspensión del campeonato lo hacía inviable.
Tal y como informó este periódico, el arrestado estaba obsesionado con los degollamientos que contemplaba en los vídeos de la banda terrorista ISIS (Daesh, Estado Islámico); además, en ellos se transmitía a los actores (“lobos”) solitarios, como era el detenido, que la actual pandemia de coronavirus, y las debilidades que provocan en occidente, conforman una situación inmejorable para cometer atentados en estos países.
Uno de los momentos críticos de la investigación se produjo cuando el yihadista, que ya había jurado lealtad al nuevo “califa”, Ibrahim Hashimi, se dirigió a una dependencia oficial. Se pensó que iba a cometer un atetando similares a los ocurridos en otras capitales europeas; se le vigiló de cerca y, al final, se comprobó que había acudido a realizar un trámite administrativo.
Este individuo, finalmente arrestado por agentes del Servicio de Información (SIGC) en Barcelona, llevaba 10 años de residencia en España.
Desde hace cuatro, y tras una serie de contactos con un compatriota suyo que era FTF (combatiente extranjero) en Siria, se había radicalizado. Situación que se había agravado en los últimos tiempos, lo que hacía pensar que podía cometer un atentado en cualquier momento.
De hecho, durante el estado de alarma por el coronavirus, había incumplido las limitaciones de movimiento, probablemente para la posible búsqueda de objetivos.
La situación de confinamiento hace muy difícil la acción de células organizadas, por lo que Isis tiene que echar mano de los actores (“lobos”) solitarios, como era el detenido, que, eso sí, había mostrado su resolución de cometer atentados en cuanto pudiera.
De momento, no disponía de explosivos, pero estos sujetos utilizan cuchillos y, cuando pueden, vehículos para atropellos masivos.
Desde que se iniciara la expansión del coronavirus por Europa, han tenido lugar varios ataques terroristas bajo la autoría de actores individuales, los dos últimos en Francia, mediante el empleo de armas blancas y atropellamiento con vehículos.
El detenido realizaba manifestaciones públicas de su adhesión a los postulados terroristas de DAESH y de odio a Occidente a través de sus perfiles de redes sociales. Disponía de gran cantidad de material yihadista, con preferencia por el que contenía degollamientos.