Durante un discurso en 2014, prometió al público hacer que haya «menos marroquíes» en los Países Bajos
EFE. ABC.- El líder ultraderechista holandés Geert Wilders fue declarado este viernes culpable de «insultar a un grupo» cuando, en 2014, ofreció un discurso en el que prometió a su público hacer que haya «menos marroquíes» en Países Bajos, aunque la Justicia holandesa no consideró que eso fuera incitación al odio o a la discriminación.
«El sospechoso ha hablado de forma negativa sobre una minoría y ha ido demasiado lejos», según los jueces, que creen que las declaraciones hechas por Wilders hace seis años fueron «injustamente ofensivas» y más teniendo en cuenta «la importancia del sospechoso como político en el debate público y social».javascript:falsePUBLICIDAD
El líder del Partido de la Libertad (PVV) no recibirá una sanción concreta por ese delito porque, según el tribunal, el político ya ha estado «pagando un precio alto» por sus declaraciones antimigratorias y antimusulmanas durante los últimos años, siendo a día de hoy el político más amenazado y protegido en Países Bajos.
El Tribunal de Apelación de La Haya -aunque las audiencias se llevaron a cabo en la Corte de alta seguridad de Schiphol por razones de seguridad- redujo los delitos en comparación con un tribunal anterior, que consideró al político ultraderechista «culpable» por insultar a un grupo concreto de la población, pero también por incitación al odio y a la discriminación contra los marroquíes.
Esa Corte tampoco le había impuesto ningún castigo y tanto Wilders como la Fiscalía apelaron esa sentencia.
Mitin en 2014
Durante las elecciones municipales de 2014, Wilders preguntó a sus seguidores en un mitin si querían más o menos marroquíes en Países Bajos, a lo que todos contestaron a gritos «¡Menos! ¡Menos!», respuesta que el populista holandés terminó con una promesa: «Entonces, lo haremos posible».
Después de ese día, miles de personas denunciaron ante la Fiscalía que se sentían discriminadas por el mitin de Wilders y en diciembre de ese año, el Ministerio Público decidió iniciar un proceso contra el político, que justificó durante el juicio que no se refería a «todos los marroquíes» sino sólo a aquellos «marroquíes que tienen un historial criminal».