Diario de León.- El alto tribunal falla que colocar ese símbolo del Orgullo vulnera la neutralidad política.
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) sostiene que «la exhibición de la bandera arcoíris vulnera el principio de neutralidad ideológica o política». El alto tribunal autonómico ha estimado el recurso interpuesto por la Fundación Española de Abogados Cristianos y condena a la Diputación de Valladolid por colocar la bandera LGTB en la fachada de su edificio principal.
En la sentencia, el TSJ de Castilla y León afirma también que «la bandera arcoíris es un símbolo con la suficiente carga o significación ideológica que trasciende a lo meramente social penetrando en lo político» y añade que «la carga ideológica de la enseña no puede negarse, procediendo su retirada».
La presidenta de Abogados Cristianos, Polonia Castellanos, ha asegurado que «ninguna administración pública puede hacer uso de la bandera arcoíris», a lo que ha añadido que las administraciones públicas «tienen un deber constitucional de mantener una posición neutral».
«Con una jurisprudencia tan clara, el alcalde o dirigente público que vuelva a colocar una bandera arcoíris puede estar cometiendo un delito de prevaricación». E insiste: «Si el PSOE o el PP quieren poner símbolos ideológicos, lo pueden hacer en las sedes de sus partidos, pero no en las instituciones de todos».
Burgos es la sexta provincia española con mayor tasa de delitos de odio por cada cien mil habitantes, con 5,03 casos de media, sólo la superan Alava (13,48), Melilla (11,48), Vizcaya (10,26), Guipúzcoa (7,84) y Navarra (7,71), si bien hay que tener en cuenta que la metodología en el tratamiento de los datos del País Vasco varía.
Así lo avanzó la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, que alertó del incremento de este tipo de delitos de odio en la Comunidad.
Así, según el último informe sobre la Evolución de Delitos de Odio, en Castilla y León en 2020 se registraron 56 casos, de los que la mayor parte, 27, se perpetraron por causas ideológicas, y los datos apuntan a que aumentaron un 5 por ciento el pasado año. Once se debieron a actitudes racistas o xenófobas y ocho a intolerancia hacia la orientación sexual o la identidad de género.