Ha ordenado revisar el caso de un inmigrante de Costa de Marfil, casado y con dos hijos. Huyó de su país después de que fuera asesinado el hombre con quien tenía relaciones; cree que lo hizo su padre. El tribunal cree que aunque la homosexualidad no se persigue en su país, él podría no estar protegido
EFE. 20 MINUTOS.- El Tribunal Supremo italiano considera que se debe acoger a los inmigrantes que se declaren homosexuales y sean por ello amenazados por su familia o su entorno, aunque en sus países de origen no se castigue por ley su orientación sexual.
La Corte aceptó así la postura de Bakayoko Aboubakar, inmigrante de Costa de Marfil a quien la comisión que estudia las peticiones de protección internacional en Italia negó el estatus de refugiado alegando que en su país la homosexualidad no estaba penada por ley.
El inmigrante, musulmán, casado y con dos hijos, había denunciado a su llegada a Italia que sufrió el «desprecio y las amenazas» de su padre, un imán local, y de su esposa después de que fuera sorprendido manteniendo relaciones homosexuales, informan los medios.
Bakayoko Aboubakar decidió huir de Costa de Marfil después de que el otro hombre con el que mantenía una relación fuera asesinado, en su opinión por su padre.
Pese a su relato, la comisión había negado en 2014 al inmigrante la posibilidad de vivir en Italia alegando que en Costa de Marfil «la homosexualidad no está considerada como un delito» ni tampoco está perseguida por ley o por el propio Estado.
No es como otros países de la zona como Ghana, Nigeria, Sierra Leona o Senegal, que castigan la homosexualidad con la cárcel, o Sudán, Mauritania o parte de Nigeria, que aplican la pena de muerte, según datos de 2019 de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gais, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales (ILGA).
Para el Supremo italiano, el hecho de que Costa de Marfil no castigue por ley a los homosexuales no basta para rechazar el reconocimiento de refugiado, pues se debe determinar con certeza si el solicitante de asilo gay cuenta en su país de origen con una adecuada protección por parte del Estado.
«No parece suficiente que se apunte que en el Estado de procedencia, la Costa de Marfil, la homosexualidad no se considera delito, y se debe asegurar que en ese país existe una adecuada protección por parte del Estado ante las graves amenazas de sujetos privados», dicta el tribunal en su veredicto.
Por esa razón, ha ordenado que el caso de Bakayoko se reabra y vuelva a ser examinado por un Tribunal de Apelación italiano siguiendo esta postura.