El Supremo confirma la condena al patinador que asesinó a un indigente en la avenida de Cataluña

, | 9 noviembre, 2017

Un jurado lo declaró culpable de homicidio con alevosía y el magistrado le impuso una pena de 17 años de prisión.

MARTA GARÚ. EL HERALDO.- El Tribunal Supremo ha confirmado la sentencia que condenó a en su día a Jorge Callejas Hernández a 17 años de prisión por el asesinato de Said Tarhaoui, un hombre que vivía en la indigencia en la avenida de Cataluña. El abogado defensor expuso cinco motivos para impugnar el fallo, pero como ya hizo el Tribunal Superior de Justicia de Aragón, el Supremo no ha estimado ninguno de ellos. Entre otros, alegó indefensión por haberle denegado una inspección del lugar de los hechos con la que quería demostrar que las cámaras que grabaron a víctima y acusado tenían un ángulo muerto y podía haber sido asesinado por otra persona.

El tribunal argumenta que aunque hubiera habido otra persona en el escenario del crimen, no cabría declarar la inocencia del acusado. La razón es que para el jurado quedó acreditado que no cabía apreciar la presencia de tal tercera persona no solo porque las cámaras no la grabaran, sino también porque el testimonio prestado en la vista por los testigos excluyó que hubiera alguien más en el momento de cometerse el crimen.

Said Tarhaoui era un indigente que se ganaba la vida vendiendo chatarra y el tribunal concluyó que Callejas lo mató a golpes sin ningún móvil aparente. El asesinato se produjo el 5 de enero de 2016. El jurado consideró probado que acusado y víctima se habían conocido esa noche en un bar de Santa Isabel, donde Jorge Callejas había llegado hasta allí en patines y había quedado con un primo. Entre ellos no hubo disputa o malas palabras, al contrario, según declararon varios testigos, hablaron amistosamente.

Tras salir del bar, Said se marchó andando empujando su carro con chatarra y minutos después, cuando el acusado pasaba patinando por la avenida, lo vio detenido a la altura del número 295 gritando frases como «putos negros» y «putos gitanos» y se acercó para calmarle. Tras apaciguarlo, se alejó unos metros y se quedó entre dos coches, observando lo que hacía el indigente. Luego vio aproximarse a un vecino con un perro, lo que le hizo abandonar su posición estática y alejarse, mientras Said seguía hablando solo. Al regresar el vecino, cuyo testimonio fue decisivo en este caso, vio una mancha de sangre en el suelo, al acusado guardando sus patines en su mochila y ya no vio al indigente, que fue localizado después agonizante debajo de una furgoneta aparcada en el lugar. La declaración del testigo, junto a la grabación de las cámaras, así como el hallazgo de sangre de la víctima en el pantalón del acusado, permitieron al jurado establecer una «conexión lógica» entre los hechos y concluir que solo él había podido matar a Said Tarhaoui.

Callejas, de 36 años, fue declarado culpable por un jurado de homicidio con alevosía, ya que la víctima no tuvo ninguna posibilidad de defensa. El magistrado presidente Alfonso Ballestín lo condenó a 17 años de prisión y a indemnizar con 40.000 euros a la madre del fallecido y con 10.000 a cada uno de sus cuatro hermanos, representados por el abogado Javier Notivoli, que ha mostrado su satisfacción por la decisión del Tribunal Supremo.

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