La Razón.- Varios compañeros de clase le sometieron a vejaciones durante meses por su condición sexual.
Francia está conmocionada después de conocer el suicidio de un niño de 13 años en Golbey, una población en la región de Lorena, tras haber sido víctima de acoso escolar por su condición sexual. El joven, Lucas, se suicidó el pasado 7 de enero y ahora hay una investigación abierta para esclarecer lo sucedido y si el centro escolar donde estudiaba el joven actuó de manera correcta. Según los familiares del joven Lucas, estudiante de cuarto grado en el Instituto Louis-Armand College de Golbey, el niño fue víctima de «actos de acoso cometidos por estudiantes de su colegio, a causa de su homosexualidad, durante varios meses», informó el fiscal, Frédéric Nahon, en un comunicado de prensa.
Según recoge el periódico «Le Monde», la familia no había presentado denuncia, pero «los hechos sí habían sido denunciados ante Educación». La investigación ha sido encomendada a la comisaría de Epinal con el fin de «establecer la realidad de los hechos denunciados y el nexo con el suicidio», añadió la Fiscalía.
El ministro de Educación Nacional, Pap Ndiaye, envió sus condolencias a la familia y amigos del adolescente: «Pensamos en todos los estudiantes como él que son acosados: su desesperación es la base de mi determinación de prevenir todas las formas de acoso. Ningún niño debe terminar suicidándose».
El rectorado de la región académica Grand-Est y la academia Nancy-Metz expresaron también su conmoción y aseguran estar muy tristes por este «dramático evento». En la escuela del niño han habilitado una unidad psicológica para estudiantes y profesores para gestionar la situación y además explicaron que el centro estaba «muy comprometido con la lucha contra el acoso escolar».
El funeral de Lucas tendrá lugar el 14 de enero en Epinal, según «France Bleu Sud Lorraine». Los padres del adolescente han animado a que todas las personas que decidan acudir al sepelio lleven banderas arcoíris en homenaje a su hijo Lucas.
