La Vanguardia.- Madrid, 21 mar (EFE).- El racismo está «cada vez más presente» en el ámbito escolar, también en el deporte: desde sus expresiones más violentas en forma de insultos hasta otras formas más sutiles, como comentarios basados en el estereotipo de que a todos los afrodescendientes se les da mejor el deporte que al resto.
Frases como «es que los negros tenéis ventaja en los deportes» o «todos los negros son rápidos, normal que ganes», cuestionamientos por parte de las autoridades deportivas sobre la edad que dicen tener o una mayor exigencia para demostrar su valía son algunas de las actitudes que muchos jóvenes sufren en estos contextos.
Así lo refleja el estudio ‘¿Es discriminado el alumnado africano y afrodescendiente en el ámbito deportivo escolar?’, realizado por el Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, dado a conocer este jueves, coincidiendo con el día internacional para la eliminación de la discriminación racial.
Con una muestra mixta de dos centenares de jóvenes, la investigación no permite extrapolar sus resultados al conjunto de la sociedad española, pero recoge muchos ejemplos de estas formas de discriminación a través de entrevistas en profundidad.
Más de la mitad de los chicos (un 56 %) manifestaron tener compañeros afrodescendientes en los equipos en los que practican deporte y un 40% reconoció que se les trata de forma diferente en este contexto.
Entre los afectados, solo un 16 % dijeron percibirse discriminados desde una perspectiva étnico-racial, pero este porcentaje se duplica cuando se identifican como observadores de estos incidentes, lo que sugiere que las víctimas tienden a ocultar o minimizar sus propias experiencias.
«El árbitro me decía: ‘nada tío, eres negro, eres más fuerte, esto para ti no es nada'»
A través de las entrevistas -no solo a alumnos, sino también a familiares, profesores, expertos y entrenadores- el estudio aborda cuestiones como el estereotipo racista de que las personas afrodescendientes son más fuertes o se les da mejor los deportes que al resto.
Lo que lleva a que sufran más presión en las competiciones, se desprecien sus méritos o incluso las faltas cometidas contra ellos no sean tan sancionadas porque se les presupone «inmunes al dolor».
Lógica tras la que subyace el «pensamiento esclavista de la resistencia física y la bestialidad atribuida a los pueblos afrodescendientes», según reza el estudio.
Ejemplo de ello es el testimonio de uno de los participantes, entrenador y exjugador de baloncesto de 25 años que asegura que, cuando él jugaba, muchas veces no le pitaban las faltas: «El árbitro me decía ‘nada tío, eres negro, eres más fuerte, esto para ti no es nada'».
También han manifestado haber recibido comentarios en la misma línea algunos de los participantes más jóvenes: «es que todos los negros son rápidos, normal que ganes» o «los negros tenéis ventaja en los deportes» son frases reproducidas para el estudio por dos chicos de 15 y 14 años, respectivamente.
«Solo miran a las personas migrantes si sirven para algo»
Otras de las experiencias que atestiguan los jóvenes es el cuestionamiento por parte de compañeros y autoridades deportivas sobre la edad que dicen tener cuando destacan en cierta disciplina, presuponiendo que han falsificado su fecha de nacimiento.
También el estudio refleja la percepción de las personas afrodescendientes de que solo son valoradas por las instituciones cuando tienen una capacidad especial: «Las federaciones discriminan muchísimo. Solo miran a las personas migrantes si sirven para algo; si no sirven, no te ven», señala una de las participantes.
Más allá de estas formas de discriminación «sutil», el estudio recoge también el denominado racismo «manifiesto»: comentarios hirientes e insultos basados en el color de piel que muchos jóvenes dicen haber sufrido.
También otras expresiones que, en tono de broma, aluden a su negritud, a un origen supuestamente salvaje, primitivo o exótico y determinadas acciones discriminatorias percibidas por los menores, como no ser fotografiados como el resto de jugadores de su equipo.
Esto provoca en quienes lo sufren tristeza, enfado o rabia -aunque también indiferencia- según sus testimonios y, de acuerdo al informe, «efectos nocivos» en su autoestima y su desarrollo personal, con casos, incluso, que han derivado en el abandono del deporte.
La investigación refleja que la denuncia «no es una opción que se emplee con asiduidad por temor a las posibles consecuencias negativas» y apunta a la falta de datos estadísticos sobre el racismo en el deporte.
Y propone un decálogo de medidas para acabar con estas formas de discriminación en los colegios o actividades extraescolares, como fomentar prácticas originales de otras culturas evitando caer en el exotismo, la ridiculización o la infravalorización.
Visibilizar a referentes africanos y afrodescendientes en el deporte y otros ámbitos, fomentar debates sobre los prejuicios hacia este colectivo y promover actividades en grupos diversos, para que todo el alumnado interactúe entre sí, son otras de las acciones recomendadas. EFE