AS.- Un plátano arrojado a la cancha en pleno partido y cánticos racistas contra un equipo han causado indignación en Perú.
Las actitudes racistas no deberían tener espacio en ningún escenario deportivo a nivel mundial. Sin embargo, en las últimas horas se produjeron dos hechos deleznables en la jornada 16º del Torneo Clausura que han causado una enorme preocupación entre los seguidores de la Liga 1.
Durante la realización del Universitario vs. FBC Melgar -que acabó con empate a uno, en un estadio Monumental atiborrado por 60mil espectadores- un simpatizante crema arrojó al campo de juego un plátano que cayó en dirección a Kevin Quevedo, delantero rojinegro con pasado aliancista.
El repudiable suceso pasó inadvertido tanto por los relatores como por parte de las autoridades. Horas después de concluido el cotejo, Melgar se pronunció con un contundente comunicado en el que “rechaza los actos y expresiones racistas acontecidas en el Estadio Monumental contra nuestros jugadores”.
Universitario se manifestó al día al siguiente tanto con un comunicado como con la aparición del coordinador deportivo, quien aseguró que el racismo es “subjetivo” y lo justificó por las provocaciones de Quevedo en pleno partido. “Si tú me insultas no es lo mismo a que seas racista conmigo. No es lo mismo. La gravedad de uno está tipificado. Tú sabes que el racismo es peor que un insulto”, agregó en diálogo con DIRECTV.
Cusco repitió la inconducta
En la previa del Cienciano vs. Alianza Lima, asimismo, se dieron actos de racismo contra los deportistas blanquimorados, a quienes denominaron como “monos” a partir de diversos cánticos entonados por las barras del club cusqueños.
La situación fue condenada por los futbolistas íntimos, pero sobre todo por el colombiano Arley Rodríguez. “Escuchamos los cánticos racistas en Cusco. En pleno siglo XXI se siguen viendo esas cosas contra gente de color, no sabría como explicarlo pero que hay que erradicarlo”, expresó a Radio Programas del Perú.