Grupos de radicales plantaron cara a la policía que mantenía la seguridad de la primera marcha del Orgullo en Podgorica, capital del país, y que reunió a centenares de activistas.
KIKE FUSTER. CÁSCARA AMARGA.- La celebración de esta marcha supuso el desplegamiento de hasta 2.000 agentes que se vieron obligados a emplear gas lacrimógeno para dispersar a grupos de hasta 500 jóvenes con conducta homófoba que a lo largo del recorrido ocasionaron desperfectos en escaparates, vehículo aparcado y mobiliario urbano mientras arrojaban piedras contra la policía.
La intervención supuso la detención de varias personas algunos de los cuales por la posesión de «cócteles molotov». Días previos a la concentración, grupos ultraderechistas amenazaron con boicotear el acto a través de publicaciones en redes sociales y con pintadas en las calles. Grupos de ciudadanos congregados durante el evento apoyaron a los jóvenes violentos gritando lemas en contra de los homosexuales y de las autoridades que permitieron el desfile.
Por su parte, los participantes se manifestaron por las calles de la capital bajo lemas como «El progreso es la tolerancia», «Orgulloso, porque estoy en el lado correcto de la historia», «Gay is OK».
Representantes del Gobierno y de otras instituciones del país estuvieron presentes en la marcha, así como miembros de ONGs y organizaciones LGTB de países limítrofes.
Como en el caso de Moldavia, la protección de los derechos de las minorías es un requisito básico que la UE impone a Montenegro ante su posible adhesión.