Nicolás Fernández recuerda cómo dio la noticia a sus familiares y compañeros
SPORTYOU. 20 MINUTOS.- Nicolás Fernández se convirtió el verano pasado en el primer futbolista argentino en hacer pública su homosexualidad. El portero del Club General Belgrano, de la Liga Cultural de La Pampa, lo anunció a través de sus redes sociales el Día Internacional del Orgullo LGBT y varios meses después rememora un tema que considera «tabú» en el mundo del fútbol.
«Soy feliz. Gracias a quienes lo entienden. Y perdón a quién no. Un género no determina nada y mucho menos habla de quién soy como persona. Estoy enamorado y sí, de alguien de mi mismo sexo», escribió Nicolás Fernández en su cuenta de Facebook el 28 de junio para hacer pública su condición sexual.
Ahora recuerda que «en el fútbol es un tema tabú. Se comentan muchas cosas. Hay gente gay que por ahí con un chiste se siente mal. A mí, no me pasa. Me pueden decir cualquier cosa, y me puedo enojar pero lo resuelvo sin ponerme mal», afirmó en Tiempo Argentino.
El guardameta destaca que «me gritan ‘puto’ en la cancha y yo me doy vuelta y me río» y que «el año pasado atajé con un conjunto de ropa rosa en Atlético Santa Rosa: me dijeron tantas cosas para hacerme calentar y sacar del partido, que yo me agachaba, le hacía cualquier gesto, me reía. Les gané. No lograron hacerme enojar».
La familia y los compañeros
Hubo dos momentos en los que tuvo que dar un paso al frente: cuando se lo dijo a su familia y a sus compañeros: «Con mi familia fue sencillo. A mis viejos no les di opción. Les dije que si no les gustaba me iba de casa, que no había problema. Tenía 17 años. Pero lo entendieron», recuerda.
Además, revela que «en el vestuario, fue en Deportivo Rivera. Estaba jodiendo con el capitán. Y me sorprendió delante de todo el equipo: «¿Y vos qué onda? ¿Te gustan los chicos o las chicas?». Se ve que había estado averiguando».
Fernández no esconde que «se hizo un silencio, pero les dije que había estado en pareja tres años con un chico, y que si alguno tenía un problema, me lo dijera. Y si no, que acá no había pasado nada. Fue simple, y los muchachos aceptaron sin ningún problema. Me sentí aliviado».