20Minutos.- el año 1992 cuando la inmigrante dominicana Lucrecia Pérez era asesinada, convirtiéndose en la primera víctima por xenofobia en España, al menos reconocida.
Su muerte en las ruinas de una discoteca de Aravaca, el barrio madrileño, provocaba un verdadero choque de opiniones entre los que denunciaban que la inmigración en la zona iba ligada a las drogas y la prostitución, y aquellos que denunciaban el racismo de ciertos vecinos de la zona. Una tensión que tan solo iría in crescendo durante los siguientes meses al suceso.
Disney+ se hace eco ahora de esta historia en su nueva docuserie, Lucrecia: un crimen odio, que cuenta con el testimonio de personas involucradas en la historia, como Karen, la hija de Lucrecia, o los jueces que instruyeron este controvertido caso.
‘Lucrecia: un crimen de odio’, fecha de estreno
Con material de archivo inédito y testimonios en primera persona del crimen que pasó a la historia como el primer asesinato racista de España, Lucrecia: un crimen de odio aterrizará en Disney+ el próximo 27 de junio. La plataforma ya cuenta con otros célebres true crimes como Laberinto de errores, Candy: Asesinato en Texas o Cautivando a la audiencia: Una historia de terror, que revalidan un género que otras plataformas como Netflix llevan explotando desde hace muchos años.
‘Lucrecia: un crimen de odio’: tráiler
Disney+ compartía estos días las primeras imágenes de esta serie documental de cuatro episodios, la cual ha producido en colaboración con el grupo JWProductions:
‘Lucrecia: un crimen de odio’, el equipo detrás
Esta serie documental ha sido dirigida por David Cabrera (Six Dreams, El Pionero) y Garbiñe Armentia (Muerte en León. Caso Cerrado, Six Dreams), contando también con Justin Webster (El Pionero, Muerte en León) como guionista y Sumpta Ayuso (Nisman. El fiscal, la presidenta y el espía) como productor ejecutivo.
«Tres décadas después, la historia de Lucrecia es un viaje a las raíces del odio, un manual de cómo se propaga el odio en la sociedad. Sucedió entonces y puede volver a suceder mañana si no aprendemos del pasado», señalaba David Cabrera en la nota de prensa de presentación de la docuserie.
«Teníamos una gran dificultad: solo existe una foto de ella. ¿Cómo evocar, en un documental cinematográfico, a una persona de la que no hay más que una imagen? La solución la encontramos en la riqueza del archivo. Pudimos proyectar a Lucrecia en decenas de mujeres que estaban en los mismos lugares y en su misma época. A través de esas imágenes, de forma emocionante, Lucrecia cobra vida en el relato«, añade Garmentia.