El sospechoso, que ni siquiera está obligado a acudir al juicio, escribió supuestamente un ‘tuit’ que decía que la concejal iba a pudrirse en «cal viva»
CARLOS MORÁN. IDEAL.- Tres años después de que un supuesto neonazi asturiano escribiera un ‘tuit’ presuntamente amenazador contra Maite Molina, que fue concejala de Izquierda Unida (IU) en el Ayuntamiento de Granada hasta las elecciones municipales del pasado mes de mayo, la justicia ha concluido que, como mucho, el sospechoso cometió una falta. Así que J. L. D. , el denunciado, ni siquiera está obligado a acudir al juicio, fijado para el próximo 28 de enero de 2016 en un juzgado de Instrucción de la capital granadina. Al residir en otra provincia española, la ley permite que el joven en cuestión remita «al juez un escrito alegando lo que estime conveniente en su defensa».
El comentario que dio lugar a a la investigación apareció en la red social Twitter en 2012 y decía así: «Maite Molina IU puedes irte a morirte también, o si no te irás a la fosa dentro de un tiempo, estarás pudriéndote entre cal viva». Pese a que hubo momentos en que la fiscalía consideró que esa frase podía ser delictiva, este asunto ha quedado definitivamente reducido a una falta de amenazas.
Tras conocer el desenlace del caso, Maite Molina expresó su indignación por la decisión de la justicia y recordó que el denunciado nunca disimuló sus simpatías por la ideología nazi e incluso tenía antecedentes por haber participado, presuntamente, en acciones violentas contra militantes de la izquierda asturiana. «Con la que está cayendo y las persecuciones a gentes de izquierdas por poner ‘tuits’ y la impunidad con los que son de extrema derecha, nuevamente nos encontramos con otro caso de impunidad con un joven que en la investigación llevada cabo por la Brigada de Delitos Informáticos queda patente su pertenencia a grupos neonazis, su acumulación de objetos y símbolos ultras, su reconocimiento de su simpatía a la ideología de Hitler y sus antecedentes por agresión a personas de fuerzas políticas de izquierdas. Finalmente, todo esto prácticamente queda en una anécdota para la justicia y queda visto para un triste y lamentable juicio de faltas que no conllevará más que una sanción», se lamentó la exedil de IU.
Distancia
En un auto fechado a finales del pasado mes de diciembre, el juzgado argumentó que el caso de Maite Molina no revestía «entidad delictiva, dadas las circunstancias que se desprenden relativas a falta de reiteración, conocimiento previo entre denunciante y denunciado, así como distancia de localización entre emisor y receptor (residen en Asturias y Granada, respectivamente)».
Maite Molina recibió el ‘tuit’ intimidatorio en junio de 2012. Poco después, la Policía Nacional detenía en la localidad de Villaviciosa, en el Principado de Asturias, a un presunto neonazi. Posteriormente, los agentes encargados de la investigación elaboraron un informe en el que consideraban que el sospechoso podría haber cometido un presunto delito de incitación al odio, pero tanto la fiscalía como el juzgado encargado de las pesquisas descartaron esa posibilidad.