Lamentable espectáculo al que hemos asistido en los últimos días a cuenta de Roman Zozulya, el jugador de fútbol simpatizante de los ultranacionalistas ucranianos. Más allá de otras consideraciones sobre la defensa que una buena parte de mundo del fútbol está haciendo de Zozulya, especialmente deplorables nos parecen las palabras del presidente de la Liga de Fútbol Profesional, Javier Tebas, que ha equiparado a nazis y homosexuales como objeto de discriminación.
DOS MANZANAS.- La historia empezó cuando se supo que Roman Zozulya sería cedido desde el Real Betis Balompié al Rayo Vallecano. Parte de la afición de este último equipo, tradicionalmente alineada con posiciones de izquierda, mostró su indignación con el hecho que una persona como Zozulya, personalmente comprometido con los ultranacionalistas ucranianos, se incorporase a su disciplina. Roman Zozulya ha llegado a promover una fundacion, Narodna Armiya, para apoyar la presencia militar en las provincias del este de Ucrania (de mayoría de población de habla rusa y autoproclamadas independientes en 2014) y no ha dudado en fotografiarse con ropa militar y portando armas.También ha mostrado su admiración en Twitter hacia Stépan Bandera, el ultranacionalista ucraniano que colaboró con los nazis y cuyos seguidores contribuyeron a la limpieza étnica de polacos y judíos ocurrida en Ucrania durante la Segunda Guerra Mundial. Zozulya es, de hecho, una figura querida por los grupos de seguidores ultras de ideología nazi de su país.
La oposición a que Zozulya juegue en el Rayo, en lugar de desencadenar una reflexión sobre los lazos entre una parte del mundo del fútbol y las ideologías que fomentan el odio hacia las minorías (especialmente preocupantes en los países del este de Europa) ha provocado una reacción de solidaridad hacia el jugador, incluyendo no solo a sus compañeros del Betis sino a periodistas deportivos, a políticos (como el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido) o al presidente de la Liga de Fútbol Profesional, una entidad que cuando se trata de combatir la homofobia no muestra un especial interés en implicarse pero que en este caso sí lo ha hecho.
Buen ejemplo de ello es la conversación mantenida en el programa El Transistor, de Onda Cero, entre el periodista deportivo José Ramón de la Morena (que justifica a Zozulya y lo llega a definir como “un patriota” ucraniano), el propio ministro del Interior y el presidente de la LFP, Javier Tebas. Es en esta conversación en la que Tebas compara la persecución que a su juicio esta sufriendo Zozulya, de quien argumenta que se le está negando su derecho al trabajo, con la que podrían sufrir los jugadores homosexuales. Puedes escuchar todo el programa de El Transistor en el correspondiente podcast (aquí) pero las palabras a las que nos referimos aparecen en el minuto 40:45. “Es terrible lo que podemos encontrarnos en un futuro si esto no los cortamos o no somos muy claros en estas cuestiones. Porque hoy dicen que es nazi y lo dice un grupo de personas, pues mañana será porque ha jugado en el club contrario, o pasado porque será homosexual”, llega a afirmar Tebas.
Javier Tebas fue en su momento miembro del partido ultraderechista Fuerza Nueva y hace solo un año reconocía echar de menos “en ocasiones” a un Le Pen a la española. No es alguien del que en lo personal esperemos respeto hacia las personas LGTB. Pero Tebas fue elegido en su momento presidente de la Liga de Fútbol Profesional con el apoyo de 32 de los 42 clubes con derecho a voto. Que una persona que ocupa tan alta dignidad deportiva sea capaz de poner en un mismo plano a la ideología totalitaria más repulsiva que ha conocido el género humano con los derechos de las personas LGTB sí que nos produce especial inquietud. Y que nadie con responsabilidad en el mundo del fútbol español sea capaz de responderle no la alivia, precisamente.