El árbitro del encuentro jugado en Sofía detuvo el partido durante seis minutos debido a los insultos xenófobos
AFP. EL PAÍS.- Inglaterra goleó 0-6 a Bulgaria este lunes en Sofía en partido clasificatorio para la Eurocopa 2020, un resultado que deja a la selección británica a un paso de sellar su billete al torneo continental. Sin embargo, la noticia no fue lo que ocurrió sobre el césped, sino lo que pasó en las gradas. Con el duelo ya sentenciado al descanso (0-4), el protagonismo inesperado recayó en los insultos racistas y gritos de mono proferidos por una parte de la afición local hacia los jugadores ingleses, lo que motivó la interrupción del partido en dos ocasiones. Cuando la selección de los Tres Leones ganaba 0-2, el encuentro fue detenido una primera vez por cánticos racistas contra los jugadores negros de Inglaterra. Poco después, con 0-3 y ante la persistencia de los insultos, el árbitro croata Ivan Bebek mantuvo conversaciones con los jugadores y entrenadores de ambas selecciones. Previamente, y conforme al protocolo de la UEFA, desde la megafonía del estadio se hizo un llamamiento a la calma. Tras comprobar su nulo efecto, el colegiado estuvo a punto de detener el partido y enviar a los dos equipos al túnel de vestuarios.
El presidente de la Unión Búlgara de Fútbol (BFU), Borislav Mihailov, ha dimitido este martes por el escándalo. «El presidente de la BFU Borislav Mihailov renunció y presentará su dimisión a los miembros del Comité Ejecutivo en la reunión del viernes. Su posición es consecuencia de las tensiones recientes y de un entorno que va en detrimento del fútbol búlgaro y de la BFU», confirmó el organismo en un comunicado.
No es nueva esta situación en Bulgaría, ya que, precisamente para este duelo, una tribuna del estadio Vasil Levski de Sofía fue cerrada por gritos racistas proferidos el pasado junio ante Kosovo y República Checa.
«Sabemos que (los gritos racistas) son una situación inaceptable, creo que enviamos dos mensajes al ganar el partido pero también al atraer la atención de todos sobre esta situación», afirmó ante el micrófono de la cadena ITV el seleccionador inglés, Gareth Southgate. «Debo decir que los árbitros estuvieron muy reactivos. Les informamos al momento de lo que habíamos escuchado, estuvimos en comunicación constante con el responsable al borde del terreno de juego y con los árbitros», añadió. Además, la Federación Inglesa de Fútbol (FA) anunció este lunes por la noche que pedirá a la UEFA que investigue los hechos.
«Podemos confirmar que varios jugadores ingleses fueron objeto de abominables cánticos racistas durante el partido clasificatorio para la Eurocopa 2020 ante Bulgaria. Es inaceptable en cualquier nivel de la competición», escribió la FA en un comunicado. «Pediremos a la UEFA un comunicado urgente» sobre esos hechos, prosigue la nota, que indicó ser «tristemente consciente de que no es la primera vez en que nuestros jugadores son objeto de este tipo de insultos».