DOS MANZANAS.- Hace unos días hacíamos alusión a las primeras declaraciones del líder checheno, Ramzán Kadýrov, a un medio occidental sobre la persecución a homosexuales en su país. Formaban parte de una entrevista para Real Sports, un programa de la cadena HBO, que aún no se había emitido. Las frases entresacadas de la entrevista, que HBO había utilizado a modo de aperitivo, no eran precisamente tranquilizadoras. Lo cierto es que tras la emisión del programa los peores temores se confirman, especialmente al conocerse que Kadýrov está dispuesto a perdonar los asesinatos de homosexuales que sus propias familias cometan. Los espantosos “crímenes de honor” quedan así legimitimados en esa república de la Federación Rusa.
Kadýrov concedió la entrevista para el programa de Real Sports emitido el 18 de julio, que describía como el líder checheno se ha servido de las “artes marciales mixtas” (también conocidas por su acrónimo inglés, MMA) para acrecentar y consolidar su popularidad. David Scott, el periodista que le entrevistaba, no dejó pasar la oportunidad de preguntarle por la persecución a homosexuales en Chechenia, un escándalo de violación de los derechos humanos destapado a principios de abril por el diario ruso Novaya Gazeta y que, pese a las negativas tanto de las autoridades chechenas como de las rusas y de los esfuerzos de los defensores de Vladimir Putin por presentarlo como una campaña de intoxicación, informes posteriores de organizaciones de derechos humanos confirmaban.
Como explicamos en nuestra anterior entrada, Scott le preguntó abiertamente a Kadýrov sobre la persecución homófoba. “Eso es una estupidez. Aquí no tenemos a ese tipo de gente. No tenemos gais. Y si hay alguno, llevénselos a Canadá, alabado sea Dios. Llevénselos lejos de nosotros. Para purificar nuestra sangre, si hay alguno, llevénselos”, le respondía el presidente checheno. “Son el demonio”, respondía a una nueva pregunta. “Son unos vendidos. No son personas. Que Dios les condene por sus acusaciones. Tendrán que responder por ello ante el Todopoderoso. América está llevando a cabo una política antirrusa contra los líderes del pais. Saben que estoy dispuesto a dar mi vida por Rusia, y que tengo un Ejército capaz de atacar y defenderse. Ya veremos cómo le va a cada uno”, añadía, enlazando directamente la homofobia con las acusaciones a Estados Unidos de estar detrás de las informaciones. “América no es lo suficientemente fuerte como para ser un enemigo de Rusia. Nosotros tenemos un gobierno fuerte y somos una potencia nuclear. Aunque nuestro gobierno fuese completamente destruido, nuestros misiles nucleares se activarían de inmediato. Pondremos al mundo entero de rodillas y les daremos bien por culo”, respondía al pedirle Scott aclaraciones sobre si consideraba a Estados Unidos su enemigo.
Lo que entonces no se difundió es que a Kadýrov también se le preguntó por los terribles “crímenes de honor”, en los cuales son los propios familiares los que asesinan a sus hijos, hermanos o sobrinos homosexuales para así limpiar el honor de la familia, y que según las informaciones que llegan de Chechenia no solo estarían en alza, sino que contarían con el beneplácito de las autoridades locales. Uno esperaría que Kadýrov lo hubiese negado, pero su respuesta no hizo sino confirmar las informaciones previas: “Si tenemos esa gente aquí, claro que le digo oficialmente que sus familiares no lo permitirán, por nuestra fe, nuestra mentalidad, nuestras tradiciones. Aunque legalmente sea un delito, lo perdonaríamos”. Sin más comentarios…
La administración Trump, “preocupada”
El grado de homofobia contenida en las declaraciones de Kadýrov fue tal que por primera vez la administración Trump, que a diferencia de la administración Obama había dejado de mostrar cualquier signo de inquietud por la situación de los derechos LGTB en Rusia (o en otros países), ha expresado cierto malestar.
Al día siguiente a la emisión de la entrevista, la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, aseguró que las palabras del presidente checheno eran “muy preocupantes”. Nauert aseguró, a este respecto, que el Departamento de Estado había expresado ya su preocupación a las autoridades rusas “al más alto nivel”.