ELDIARIO.ES. EFE.- El presidente alemán, Frank Walter Steinmeier, dijo hoy, en un discurso pronunciado en la Embajada de Israel en Berlín, que «el antisemitismo no está superado» y criticó duramente la quema de banderas israelíes durante manifestaciones propalestinas en Alemania.
«Hay cosas que pertenecen a Alemania y entre ellas está la responsabilidad ante nuestra historia, las lecciones de dos guerras mundiales y del Holocausto, la responsabilidad por la seguridad de Israel y el rechazo de toda forma de racismo y antisemitismo», subrayó con motivo del comienzo de las celebraciones de los 70 años de la fundación del estado de Israel, que se conmemora en 2018.
Steinmeier denunció la existencia de «burdas consignas de odio y violencia» y también de «actitudes más sutiles, como la difusión de prejuicios ante todo lo judío».
Ante la quema de banderas israelíes en Alemania en manifestaciones de protesta por la decisión de EEUU de reconocer a Jerusalén como capital de Israel, se mostró «horrorizado y avergonzado».
A su juicio, las dudas «justificadas» de que la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, contribuya a la paz en Oriente Medio no pueden servir para respaldar el odio a Israel y el desprecio a los judíos que viven en Alemania.
«En Alemania no podemos admitir nada de eso, ni el antisemitismo escandaloso ni el antisemitismo sutil», sostuvo.
Steinmeier señaló que ayer habló por teléfono con su colega israelí, Reuven Rivlin, a quien reiteró la posición de Berlín con respecto al estatus de Jerusalén, que considera que debe decidirse en una negociación con los palestinos.
«Pero eso no justifica el odio a Israel ni la humillación de ciudadanos judíos en las calles y plazas de Alemania», insistió.
En su opinión, «la quema de banderas israelíes en plazas alemanas no sólo manifiesta un odio inaceptable contra Israel, sino que no entiende o no respeta lo que significa ser alemán. Sólo si los judíos se sienten en Alemania como en casa puede nuestra república sentirse reconciliada consigo misma».
Steinmeier recordó la tradición en la que se basa la fiesta de la Hanukkah que han comenzado a celebrar los judíos, según la cual el aceite sagrado que alcanzaba para un solo día llegó para ocho, con lo que se pudieron mantener encendidas las lámparas del templo hasta que llegó aceite nuevo.
«Ese es el milagro de la Hanukkah y lo consiguieron aquellos que consiguieron el aceite pese a las dudas de los escépticos. Al final fue premiada la esperanza de que se puede lograr lo imposible», dijo el presidente.
Según Steinmeier, algo parecido ocurrió con los hombres y mujeres que, después del horror del Holocausto, decidieron cumplir el sueño de crear un estado judío.
Y otro milagro similar al de la Hanukkah, según Steinmeier, es que los alemanes y los israelíes hayan logrado reconciliarse «por encima de los abismos de la historia».