ROGER PASCUAL / PILAR SANTOS. EL PERIÓDICO.– Si nos das a tu hijos en adopción, no te echamos del país. Puede parecer una escena de ‘El cuento de la criada’, pero es la propuesta que el PP plantea a las inmigrantes simpapeles en su polémica ley de apoyo a la maternidad, que Pablo Casado presentó el pasado sábado en Cartagena (Murcia) en la clausura de la Convención del PP sobre Familia e Igualdad.
La iniciativa, avanzada por Newtral y que han confirmado a este diario fuentes populares, plantea que las mujeres en situación irregular que den en adopción a sus hijos no sean expulsadas de España inmediatamente. Desde el PP matizan de todas formas que «no sería un blindaje para toda la vida». «Una vez que lo da en adopción se va y punto. Pero si la paran en una redada y la expulsan no le vale de excusa la adopción», apuntan las fuentes populares. «Si es una persona ilegal y le pilla la policía después de dar el hijo el Estado la manda a su país. Como pasa ahora mismo», añaden. En Génova subrayaron que esta medida ya se aplica «con éxito» en la Comunidad de Madrid desde 2009 «dirigida a población en riesgo social»y se proponen ampliarla a toda España. La dirección de los conservadores no entendió el impacto de la información en los medios de comunicación e insistió en que «lo que sería una barbaridad es utilizar los datos que hay que facilitar en un proceso de entrega en adopción como excusa para tramitar el expediente de expulsión».
Sobre si esto se aplicaría solo a embarazadas o también a madres con niños pequeños, las mismas fuentes no lo aclararon. «Es la propuesta de una ley que desarrollaremos cuando lleguemos al Gobierno», apuntaron.PUBLICIDAD
Ada Colau fue de las primeras voves en criticar esta propuesta. «Machistas. Racistas. Clasistas. Solo faltaba secuestradores de niños. Fascistas. Toda persona demócrata debe votar en las próximas elecciones para impedir que esta gentuza pueda llegar al poder», tuiteó la alcaldesa.
La polémica del aborto
La natalidad es una de las grandes preocupaciones para Casado. A principios de febrero ya anunció que era partidario de derogar la actual ley del aborto de plazos, de 2010, y volver a la de supuestos, de 1985. «Si queremos financiar las pensiones y la salud debemos pensar en como tener mas niños y no en como los abortamos», sentenció en una entrevista con Efe como solución para combatir el «invierno demográfico«. Sin embargo, y ante el revuelo causado, finalmente el PP aclaró que Casado no va a presentar ninguna iniciativa en el Congreso para mostrar su desacuerdo y tratar de cambiarla y está dispuesto a esperar a conocer la resolución del Tribunal Constitucional sobre esa norma, ya que Mariano Rajoy la recurrió hace nueve años.
El sábado, en Cartagena, Casado trató de explicar que su cruzada contra el aborto no debe leerse en clave negativa y señaló que su partido hará una campaña «en positivo» en favor de la maternidad. «No van a encontrar aquí un partido retrógrado, sino un partido que no juzga ni penaliza, pero ayuda y apoya». El líder conservador defendió con vehemencia sus medidas destacando que España tiene la segunda tasa de natalidad más baja del mundo agravada por tener el segundo índice de esperanza de vida más alto del mundo. Y que el combate contra el aborto permitiría rebajar este descenso de la natalidad. «Las cifras son tozudas. En España nacen 400.000 niños menos que en el año 1975. Todos los años en España hay 500.000 embarazos, de los cuales 100.000 son interrumpidos voluntariamente», explicó.
Basada en una novela de Margaret Atwood, ‘El cuento de la criada’ se ha convertido en una de las series de cultos en los últimos años. De hecho el vestuario de las criadas (túnica roja y cofia blanca) se está convirtiendo en símbolo del movimiento feminista y de las protestas en medio mundo en favor del aborto. Atwood creó un futuro distópico donde la tasa de natalidad se desploma en todo el mundo. En EEUU, un gobierno ultrareligioso, la República de Gilead, decide a partir de una interpretación extremista de la Biblia convertir a las pocas mujeres fértiles que hay en suelo norteamericano en criadas. Les arrebatan a sus hijos y los dan en adopción a familias ricas y a ellas las ponen a servir en otras casas para intentar ser fecundadas por los señores de la casa.