Los expedientes a los jóvenes se mantienen en fase de alegaciones cinco meses después de las revelaciones
LEVANTE – EMV.- Han pasado más de cinco meses desde que Levante-EMV destapó el primer caso de un dirigente juvenil del PP posando junto a simbología neonazi. Al primer episodio le siguió una avalancha de denuncias con diferentes militantes de Nuevas Generaciones en actitud fascista o fotografiándose junto a simbología totalitaria.
Tras la tibia reacción inicial, el PP aseguró que sería inflexible con los afiliados que exhibieron estas actitudes, pero, de momento, no se ha ido más allá del primer paso: la apertura del expediente informativo. Según fuentes de la dirección nacional citadas por el diario digital Eldiario.es, los expedientes se encuentran en fase de alegaciones, y todavía no se ha convocado el Comité de Derechos y Garantías, el órgano que debe tratar este asunto.
Sí se pronunció el Gobierno, que hace unas semanas reprobó estas actitudes a través de una respuesta parlamentaria al diputado del PSPV, Ximo Puig: «Puestos a hacerse fotos con símbolos, que lo hagan con los previstos en la Constitución», señaló el Ejecutivo de Mariano Rajoy.
Los populares de la Comunitat Valenciana fueron una de las noticias del verano en España por las fotos de algunos de sus militantes, cinco, concretamente. Uno de ellos, de Paterna, fue expulsado tras aparecer en una instantánea con el brazo en alto, aunque, conviene aclarar, ese no fue el motivo de su salida, sino la pertenencia a otras formaciones.
El primer caso surgió en Xàtiva, donde el secretario de Deportes de la ejecutiva local del PP apareció en fotografías donde se exhibía simbología neonazi.
Posteriormente, el líder de Nuevas Generaciones del mismo municipio, así como el secretario de Organización de la rama juvenil en Gandia, se fotografiaron haciendo el saludo fascista. La última instantánea comprometedora involucraba a una joven edil de Canals, fotografiada junto a una enseña de la España franquista.
La reacción del PPCV fue tibia en un principio, con dirigentes como Alfonso Rus, presidente provincial del partido en Valencia, calificando estas actitudes como «chiquilladas». Con todo, la alarma generada por el caso, con las imágenes corriendo como la pólvora por las redes sociales y con eco en toda España, generalizó las condenas: «Es una estupidez y no merecen pertenecer al PP», dijo el dirigente nacional Esteban González Pons.