El pilar de las supuestas cenizas

, | 7 enero, 2020

Una pieza de arte político en Berlín con alusiones al Holocausto incomoda a los judíos alemanes

MARÍA – PAZ LÓPEZ. LA VANGUARDIA.– En materia de iniciativas de denuncia artístico-políticas, las mejores intenciones pueden acabar provocando desencuentros si sus promotores no analizan bien de antemano los ingredientes del proyecto. Ha ocurrido en Berlín con una controvertida columna contra la ultraderecha con alusiones al Holocausto, que por motivos religiosos no gustó a los judíos, y que ha derivado además en enfrentamiento entre dos colectivos de artistas: los que la colocaron el pasado diciembre y los que anteayer intentaron desmontarla. La policía impidió el desmontaje, y la columna sigue hincada ahí, en un terreno cerca del Reichstag, el edificio del Parlamento alemán.

La controversia arrancó a inicios del mes pasado, cuando un colectivo de artistas-activistas de izquierdas llamado Centro para la Belleza Política (ZPS), que acostumbra a realizar instalaciones artísticas con polémica, erigió la columna. Objetivo: alertar sobre eventuales pactos de la conservadora CDU –el partido de la canciller Angela Merkel– con la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). La CDU siempre ha afirmado que nunca pactaría con la AfD, y así se ha mantenido, pero en los últimos tiempos algún dirigente democristiano regional ha dicho que hay que hablar con todo partido elegido democráticamente.

Un grupo projudío de artistas trata de desmontar una obra de otro grupo contra la ultraderecha

Para sustentar su denuncia, el Centro para la Belleza Política insertó en el pilar de acero una urna –iluminada con luz anaranjada– que contiene tierra traída de zonas cercanas a campos de concentración o exterminio nazis, en total 240 muestras de 23 lugares de Alemania, Polonia y Ucrania. El ZPS informó de que tests de laboratorio habían detectado trazas de restos humanos en el 70% de esas muestras. Conclusión: si bien no está demostrado, podría ser que esa tierra contenga cenizas y restos de víctimas del Holocausto, pues restos de los asesinados solían ser esparcidos en terrenos y ríos próximos a los campos de la muerte. “Esta columna contiene una muestra de esa tierra preservada para toda la eternidad”, dijo el colectivo.

Ya en diciembre, los judíos de Alemania criticaron la columna pues, pese a compartir su significado de protesta contra la extrema derecha, si efectivamente hay en ella restos humanos de judíos supone una vulneración. “Desde la perspectiva judía, la última campaña del Centro para la Belleza Política es problemática porque vulnera la ley religiosa judía de no perturbar a los muertos”, afirmó en un comunicado Josef Schuster, presidente del Consejo Central de los Judíos en Alemania. Schuster añadió que “sería un gesto por parte del ZPS consultar a un rabino cuando se desmantele la columna, para asegurar al menos una manipulación correcta y respetuosa de las cenizas, acorde con la halajá”, el compendio de reglas religiosas del judaísmo.

Ante esa y otras reacciones de judíos de tono más airado, los artistas del ZPS pidieron perdón ya en diciembre. “Queremos disculparnos, especialmente ante instituciones, asociaciones y personas judías que consideran que nuestro trabajo perturba la paz que la ley judía estipula para los muertos”, dijo el ZPS en un comunicado. También pidió ideas sobre cómo proceder con los restos, pero no aclaraba sus planes para la columna. Las autoridades del distrito de Mitte ordenaron su retirada, pero el ZPS presentó alegaciones, así que la columna seguía allí.

Hasta que este domingo, otro grupo de artistas-activistas, el Comité de Acción de Artistas (AKK), fundado ad hoc por una veintena de personas judías y no judías, intentó desmantelar la columna sirviéndose de martillo y taladro. La policía se lo impidió. El grupo aclaró en una nota que planeaban “llevársela a un lugar secreto para que dentro de 2.000 años los historiadores puedan preocuparse sobre qué objetivo podría tener esta tubería”.

El AKK afirma suscribir el mensaje antiultraderecha de los autores de la columna. “Pero para hacerlo no se puede utilizar así el Holocausto; eso duele en el alma”, dijo su portavoz oficioso, Eliyah Havemann, que el domingo empuñó el martillo contra el pilar. El ZPS les ha denunciado a la policía, y Havemann y los suyos insisten en que la columna debe ser retirada, así que las diatribas entre los dos colectivos de artistas tienen visos de continuar.

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