PP, Vox, Cs y UPN recriminaron al presidente su gesto a Bildu en el Senado. Varias asociaciones de víctimas hablan de «humillación»
ITZIAR REYERO. ABC.- El pésame público de Pedro Sánchez el martes en el Senado ante la muerte por suicidio del preso de ETAIgor González Sola desató ayer una tormenta política y removió a varias asociaciones de víctimas, por considerarlo «indigno» del presidente del Gobierno. «Lamento profundamente su muerte», aseguró Sánchez al senador de Bildu. El preso se quitó la vida el viernes en la cárcel donostiarra de Martutene, a la que había sido trasladado en verano precisamente por sus condiciones mentales. Bildu ha redoblado desde entonces sus críticas al Gobierno y ha exigido la amnistía.
El jefe del Ejecutivo detalló que el recluso, condenado a 20 años por colaboración con banda terrorista, depósito de armas y falsificación, había recibido un tratamiento individualizado, como todos, y que se había activado el protocolo antisuicidios. Sánchez anunció que se revisará el procedimiento, aunque destacó que la ratio de suicidios en España es menor a la media europea.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, interpelado por Bildu, informó este miércoles en el Congreso de que 90 presos de ETA han sido acercados o progresados de grado desde que Sánchez accedió a La Moncloa, en junio de 2018.
La portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, exigió el fin de la «política de excepción con los presos vascos», en alusión a los condenados por pertenecer a la organización terrorista ETA
PP, Vox, Ciudadanos y UPN recriminaron en la sesión de control al presidente sus condolencias públicas y lo achacaron a un nuevo acercamiento a Bildu ahora que el Gobierno necesita sus votos para aprobar los Presupuestos. «Condena la muerte de etarras», lamentó Pablo Casado. Abascal y Arrimadas también censuraron el gesto.«Avergüenza que lo haga el presidente del Gobierno y es humillante que lo haga en el Senado», señala Dignidad y Justicia, que pide retirar la mención de Sánchez del acta
«Avergüenza que lo haga el presidente del Gobierno como representante de todos los españoles y es humillante que lo haya hecho en el Senado», señaló Dignidad y Justicia, que pide retirar la mención del acta. La AVT lo consideró «impropio» y denunció el uso del lenguaje al referirse Sánchez a «presos vascos» -«de la banda ETA», añadió segundos después-.
Consuelo Ordóñez (Covite), en cambio, cree que la intervención del presidente fue correcta, recordando públicamente que la política penitenciaria en España es escrupulosa con los derechos humanos, y no «vengativa», como acusa Bildu.
La Fundación FAES, que dirige el expresidente José María Aznar, censuró el «inequívoco gesto hacia los herederos políticos de ETA», que responde a los planes de Sánchez de reconstruir «la mayoría Frankestein» que le apoyó en la investidura.
«Este es el sentido del ‘profundo sentir’ expresado por el presidente del Gobierno por el suicidio de alguien que, si hubiera podido, habría matado e hizo todo lo posible para que ETA siguiera matando, también a socialistas, sabiendo que luego los actuales interlocutores de Sánchez, en forma de Bildu, justificarían esos crímenes», señala en un artículo FAES.