El año pasado el SVL asesinó a Jimi Joonas Karttunen, un antifascista de 28 años que también se les encaró durante una de sus concentración junto a la Estación del tren.
KAOS EN LA RED.- El partido neonazi finlandés SVL (Suomen Vastarintaliike, Movimiento de Resistencia Finlandés) se ha manifestado por las calles de Helsinki apenas una semana después de su prohibición para celebrar el día de la independencia.
Fundado en 2008, el SVL es la sección finlandesa del Nordiska Motstandsrörelsen o Movimiento de Resistencia Nórdico. Ha sido el primer partido prohibido en Finlandia desde hace 40 años, por su carácter fascista, violento y racista.
La gota de colmó el vaso fue cuando un miembro agredió a un peatón que increpó a los nazis cuando se manifestaban por una calle del centro de Helsinki. Como consecuencia de las lesiones que le causaron, falleció de una hemorragia cerebral una semana después.
Al asesino sus colegas le premiaron y un portavoz de los homólogos noruegos exoplicó que la recompensa no era para glorificar el asesinato sino para sostener al asesino en un momento difícil.
Las agresiones a los peatones son muy frecuentes en las concentraciones neonazis de Helsinki. El año pasado el SVL asesinó a Jimi Joonas Karttunen, un antifascista de 28 años que también se les encaró durante una de sus concentración junto a la Estación del tren.
En sus concentraciónes los neonazis finlandeses, a los que suman los nacionalistas, apenas agrupan a unos 500 de descerebrados con sus consignas racistas y xenófobas.
El operador del ferry báltico Viking Line no quiso admitir a bordo a 24 neonazis que querían sumarse a la concentración de Helsinki.
El SVL agrupa a neonazis de los países escandinavos. Su objetivo es crear una especie de Unión de Kalmar, un reino que en el siglo XV agrupó a Dinamarca, Suecia y Noruega, un único Estado nazi en la Península fuera de la Unión Europea.
Además del racismo, los neonazis escandinavos se caracterizan por la defensa de la parafernalia nórdica y vikinga, como las runas, que son las letras de unos alfabetos que se emplearon para escribir en las lenguas germánicas principalmente en Escandinavia y las islas británicas, aunque también se usaron en Europa central y oriental, durante la Antigüedad y la Edad Media.