ITOGANDOL.- El parlamento de las Islas Baleares, el archipiélago del Mar Mediterráneo perteneciente a España, decidió adoptar la definición de antisemitismo impulsada por la Alianza Internacional por el Recuerdo del Holocausto (IHRA), y se suma a una lista de países que han decidido incorporarla, entre las que se encuentra la Argentina.
La determinación llega en medio de las polémicas con los partidos políticos de izquierda Podemos y de Més, quienes se negaban a avanzar con la declaración de Hezbollah como organización terrorista. Con esta decisión, queda especificado que pregonar el boicot al Estado de Israel, es decir, el antisionismo, es considerado antisemitismo.
La Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto reúne a gobiernos y especialistas en la materia a fin de reforzar, impulsar y promover la educación, la memoria y la investigación en todo el mundo sobre el Holocausto, así como de mantener los compromisos de la Declaración de Estocolmo de 2000.
En 2016, la institución elaboró una definición de «antisemitismo» que fue adoptada por sus 31 miembros y que establece que «El antisemitismo es una cierta percepción de los judíos que puede expresarse como el odio a los judíos. Las manifestaciones físicas y retóricas del antisemitismo se dirigen a las personas judías o no judías y/o a sus bienes, a las instituciones de las comunidades judías y a sus lugares de culto».
La Federación de Comunidades Judías de España (FCJE) felicitó al Parlamento del archipiélago español a través de su cuenta oficial de Twitter. «La Federación felicita al Parlamento Balear que esta mañana ha aprobado por mayoría absoluta la PNL de condena del antisemitismo en todas sus formas, incluido el boicot a Israel», decía el mensaje.
La IHRA ha establecido una serie de ejemplos de lo que según la definición son manifestaciones antisemitas, entre las que se incluyen los ataques contra el Estado de Israel concebido como una colectividad judía. La entidad detalla ejemplos contemporáneos de antisemitismo que forman parte de la vida pública. Algunos de ellos son: culpar a los judíos como pueblo o a Israel, como Estado, de inventar o exagerar el Holocausto, denegar a los judíos su derecho a la autodeterminación, por ejemplo, alegando que la existencia de un Estado de Israel es un empeño racista, aplicar una doble vara al pedir a Israel un comportamiento no esperado ni exigido a ningún otro país democrático, establecer comparaciones entre la política actual de Israel y la de los nazis y, por último, considerar a los judíos responsables de los actos del Estado de Israel.