ABC.- La Asociación Profesional de la Guardia Cvil escribó a Francisco tras las palabras del párroco de Lemona en las que justificaba a la banda y ahora monseñor Bernardito Cleopas Auza toma esa iniciativa
El Papa va a estudiar el dossier que le ha enviado el Nuncio del Vaticano en España, Bernardito Cleopas Auza, en el que se analizan las complicidades de parte de la Iglesia vasca con ETA. La inciativa del Nuncio se produce después de que el 15 de dieciembre pasado la Asociación Profesional de la Guardia Civil (Aprogc) enviase una carta a Francisco en las que denunciaba las palabras del párroco de Lemona (Vizcaya) en un documental de televisión en las que justificaba a la banda terrorista «relativizando sus atentados. Pero no es un caso aislado, una serie de sacerdotes también de la Iglesia vasca han salido en su defensa, y con discursos similares», según afirmaba la asociación en su misiva al Santo Padre, al que además pedían que interviniera.
Muchas veces este tipo de iniciativas quedan sin respuesta. Esta vez, sin embargo, el Nuncio no solo ha tomado buena nota de la denuncia sino que ayer recibió a la presidenta de Apriogc, Begoña Uña. Monseñor Cleopas, que según la citada asociación se mostró extremadamente cordial y cercano, explicó a Uña que la carta había sido enviada ya a Francisco junto a un dossier sobre el asunto para que pudiera tener todos los detalles de lo sucedido. Además, anunció que habría una oportuna respuesta de la Santa Sede y que cuando la tuviese volverían a mantener una entrevista.
La reunión no se celebró con la rapidez que el Nuncio hubiese deseado por la pandemia, pero a cambio su actuación en este asunto ha sido impecable. Desde Aprogc se explicó a ABC que la decisión de enviar la carta se tomó porque el Santo Padre se caracteriza por contestar a los que se dirigen a él y porque es el máximo reponsable de la Iglesia. Ahora su satisfacción es máxima, «porque aunque nosotros representamos a la Guardia Civil todas las víctimas podrán sentirse reconfortadas con la respuesta».
En la carta al Pontífice, Aprogc le explica que «la historia de lo que ocurrió en estos años no deja en buen lugar a la Iglesia vasca desde el mismo nacimiento de ETA siempre estuvo más cerca de los terroristas que de las víctimas. Muchos fueron los sacerdotes del País Vasco que ayudaron, encubrieron, aplaudieron y sonrieron a los asesinos de ETA. Y lo más grave: sigue ocurriendo hoy en día, en pleno 2020».
«No podemos entender -continúa la misiva- que en el seno de la Iglesia se justifique y aplauda a una banda de asesinos, y tampoco entendemos cómo esos sacerdotes siguen humillando a tantas víctimas, cuando deberían prevalecer el consuelo y el aliento necesario para superar esta triste etapa de nuestra historia». Y le recuerda que «ha demostrado públicamente ser inflexible contra actitudes impropias del personal de la Iglesia y por ello ha sido unánimente aplaudido; no puede, pues, dejar pasar la connivencia de los sacerdotes con los terroristas, sus fines exterminadores y sus métodos crueles».