ABC.- Un documento de LaLiga concluye que el riesgo de los grupos violentos se ha reducido. Hubo 17 peleas el curso pasado, aunque crecieron los cánticos ofensivos.
Comienza la Liga y, como sucede desde hace tiempo, se ha suavizado una de las antiguas preocupaciones de los aficionados. Ha decrecido la incidencia de los grupos violentos en el fútbol, su impacto en el desarrollo de los partidos, su historial de fechorías o delitos. A través de su departamento de Integridad y Seguridad, LaLiga ha elaborado un informe sobre la actividad de los ultras en Primera y Segunda división, en el que queda constatado con datos y estadísticas que las acciones de violencia física se han reducido en España, mientras se ha estirado el otro ingrediente que puede generar violencia, los cánticos ofensivos, las tonadillas del insulto que son el preludio de las actos vandálicos.
El informe de LaLiga, al que tuvo acceso ABC, se compone de un seguimiento de las acciones de los grupos ultras a lo largo de la temporada 21/22 en el que se recogen datos de diversas fuentes informantes (policía, agentes de la Liga, directores de seguridad de los equipos…), y en el que se distinguen dos tipos de actividades: las violentas (agresiones, peleas, incidentes) y las no violentas. La comparativa excluye la campaña 20/21, que se jugó sin público por la pandemia.
El documento explica que «las acciones violentas totales y los enfrentamientos directos entre miembros de grupos de riesgo en esta temporada se mantienen en la media de las anteriores. Del total de esos enfrentamientos, el 40 por ciento, menos de la mitad, se producen en partidos de LaLiga… las acciones violentas en el interior de los estadios son casi inexistentes, se suelen dar en inmediaciones o incluso en sitios bastante alejados del estadio». Se argumenta que los desplazamientos de los ultras a otras ciudades han descendido.
En esta órbita, el departamento de Integridad constata que el 78% de los episodios de violencia se producen en las inmediaciones de los campos de juego. En partidos de LaLiga no se da un incidente violento en el interior de un estadio desde la temporada 16/17. Ha decrecido el uso de las bengalas en los campos «hasta lo residual». Según LaLiga, el curso pasado solo hubo catorce casos de violencia antes, durante o después de los encuentros.
«Podríamos decir que los hechos violentos en los estadios españoles son casi inexistentes -comenta a ABC Florentino Villabona, responsable de Integridad de la patronal-. Esto se está logrando gracias a la colaboración de LaLiga con la Policía, los directores de seguridad de los clubes y la Comisión Antiviolencia. La situación del fútbol español es una de las más seguras comparadas con nuestro entorno. Solo hay que ver lo que sucedió en París con la final de la Champions, los altercados en el campeonato francés, o los sucesos que han acontecido en Alemania».
En la pasada temporada se produjeron diecisiete peleas entre miembros de grupos ultras, siempre en un radio de acción alejado o muy alejado de los estadios.
El documento expone que han aumentado los cánticos en los estadios que incitan a la intolerancia o a la violencia. Han crecido las denuncias de LaLiga respecto a estas plataformas para el insulto o la procacidad colectiva. La patronal admite que «hay un vínculo muy estrecho entre los cánticos intolerantes y las acciones violentas», por lo que se propone ser más restrictiva en este punto. Se pretende limitar la sobredosis de megafonía si los fondos de los grupos radicales no cumplen con la normativa relativa a las gradas de animación según se recoge en la Ley 19/2007. Es decir, puede que esta temporada se difuminen los líderes ultras provistos de atril y megáfono para incitar a los cánticos despectivos o injuriosos.
«Los cánticos son un caldo de cultivo. Desde esas canciones a la violencia hay una línea muy fina -asegura Villabona-. Siempre se ha dicho y con razón que el fútbol es un reflejo de la sociedad en la que vivimos. Todos conocemos gente normal o incluso ciudadanos ejemplares que se transforma en un hooligan con el fútbol».
En el informe no aparecen los estadios que han destacado negativamente como soporte de estos cánticos agresivos, pero en las denuncias semanales se constata que el Metropolitano (Atlético de Madrid), el Sánchez Pizjuán (Sevilla) y el Benito Villamarín (Betis) son los estadios más señalados. La Liga ni confirma ni desmiente este punto. Según las estimaciones de la patronal, al menos quince clubes de las dos máximas categorías han prohibido que se apoye o se promocione a los grupos de riesgo.
Entradas nominales en internet
La temporada que hoy comienza depara una novedad trascendental en esta labor preventiva de la competición respecto al control de los ultras: todas las entradas que se compren por internet para acceder a los partidos de Primera y Segunda serán nominales. Según ha detectado el departamento de Integridad de la patronal desde que estableció un convenio de colaboración con la Policía Nacional y la AFEPE (la Asociación de Federaciones Españolas de Peñas de Fútbol), una de las principales artimañas de los seguidores ultras para burlar los dispositivos de seguridad era la adquisición de los billetes por internet. Al identificar a cada comprador con su nombre y DNI, el departamento de Integridad espera limitar el acceso de los seguidores más peligrosos a los estadios. «Es un paso adelante muy importante. Estamos contentos con esta nueva herramienta», indica Florentino Villabona.
En esta senda del trabajo preventivo que se sigue en los campos de fútbol, la tendencia de LaLiga consiste en aumentar las medidas de seguridad y los criterios de actividades de riesgo. Esto incluye las herramientas tecnológicas ya aplicadas (la huella digital, por ejemplo) y una mayor coordinación e intercambio de información con las fuerzas de seguridad y los clubes.