El Memorial de la Shoá difunde miles de testimonios de los supervivientes de los campos nazis

| 28 noviembre, 2024

La Razón.– El Memorial de la Shoah ha puesto en línea más de mil vídeos de testimonios de supervivientes para ofrecer «otra manera de entrar en la gran Historia» mientras los últimos supervivientes van falleciendo, explicaba a AFP Jacques Fredj, director de la institución. «Tenemos mil testimonios que iremos poniendo progresivamente a disposición del público en general». ‘Las voces de los testigos’ se ha bautizado a un proceso que comienza dos meses antes del 80.º aniversario de la liberación del campo nazi de Auschwitz.

Supervivientes, niños escondidos, combatientes de la resistencia… Estos testimonios en francés, en un formato «que puede durar hasta cuatro horas», estaban hasta ahora disponibles en la sala de lectura del Memorial. «En vista del aniversario y en vista del clima de explosión de actos antisemitas, nos dijimos que podría ser interesante ponerlo a disposición del público en general», explica Fredj. Según él, «el testimonio tiene la ventaja de transmitir una historia personal, individual y familiar. Es otra puerta de entrada a la Historia con H mayúscula, a veces más impactante para determinados estudiantes». También destaca el impacto de los testigos cuando intervienen en las escuelas: «Poder hablar directamente con alguien, escucharlo, tocarlo, obtener respuestas hace que el acontecimiento sea más cercano y real».

A medida que los supervivientes desaparezcan, «la gran dificultad será enseñar sin su presencia», lamenta el director. «Con ellos se irán partes de la memoria, anécdotas e historias que no pudieron compartir y que nosotros nunca podremos relatar». Y precisa: «Podemos ser retransmisores de sus testimonios, pero nunca seremos testigos de los testigos».

Gracias a este proceso de recolección, el Memorial pudo registrar las historias de figuras emblemáticas como Ginette Kolinka , Marceline Loridan-Ivens y Victor Perahi. «La idea era preservar estos testimonios mediante un proceso de registro patrimonial neutral, que permita al testigo expresarse libremente», comenta Fredj. Estos archivos están destinados a ser utilizados por documentalistas, en proyectos educativos o para enriquecer exposiciones. La mayoría de los testigos aceptaron este planteamiento, conscientes de su importancia. Sin embargo, algunos experimentaron reticencias, precisa el director: «Algunos se asustaron ante la idea de que su imagen y su voz circularan en las redes sociales, a otros les resultó doloroso revisitar su historia. Otros, debilitados por problemas de salud, sintieron que no podían testificar».

En un contexto donde «el público a menudo carece de referencias históricas», Jacques Fredj insiste en la importancia de «prestar atención al significado de las palabras». Advierte: «Si todo se confunde, trivializamos la expresión del mal. Y en conceptos tan serios como el genocidio, es extremadamente problemático». Para él, es precisamente en estos momentos de confusión cuando se vuelve imprescindible promover estos testimonios. A pesar de los desafíos, Fredj está encantado con el aumento de la asistencia al Memorial, señal de un interés creciente.

Mientras la institución celebra su vigésimo aniversario en 2025, continúa activamente recopilando historias. «En los últimos años hemos registrado alrededor de un centenar de testimonios al año. Todavía hay personas capaces de compartir su historia, especialmente entre los niños escondidos», afirma. Sin embargo, reconoce las limitaciones financieras de esta misión: «Cada testimonio requiere viajes, alquiler de locales, un equipo de filmación…». Un desafío logístico y económico que el Memorial se esfuerza por afrontar para preservar estos preciosos recuerdos.

HISTÓRICO

Enlaces internacionales