El equipo de Ciudad Real ha sido sancionado por el Juez Único de Competición de la RFEF por los gritos de “¡Moros!” que se oyeron desde la grada durante el encuentro ante la UA Ceutí
EL PUEBLO DE CEUTA.- El Juez de Competición de la RFEF ha sancionado con 1.000 euros al Manzanares FS por los insultos racistas que se produjeron durante el encuentro de la pasada jornada en el que el equipo manchego derrotó a la UA Ceutí por un resultado de 3-2.
Durante el desarrollo del encuentro, los colegiados asignados, los madrileños Fernández Cárdenas y Villa Anguita, llegaron a interrumpir el partido hasta en dos ocasiones, hasta el punto de advertir al equipo local que de continuar así se verían en la obligación de suspender el encuentro.
Finalmente no se llegó a tal extremo, aunque los árbitros sí reflejaron en el acta el incidente, por lo que ha sido el Juez de Competición el que ha tenido que tomar medidas ante las alegaciones del club manchego.
El Manzanares, tal como se puede ver en la resolución del Comité, ha aportado material de vídeo para probar que no se produjeron tales insultos, los cuales, como informan desde la RFEF “no son susceptibles de acreditar de forma inequívoca la inexistencia de los hechos relatados en el acta”.
Sí añade que “muestran cómo el partido se detiene hasta en dos ocasiones”, aunque tampoco da por hecho la existencia de los insultos como tal al destacar que “no permiten distinguir con claridad qué es lo que manifiesta el público desde la grada”.
En tal circunstancia lo que prevalece en este tipo de situaciones es el criterio de los árbitros, tal como se puede leer en la resolución, al destacar que “las pruebas en ningún caso pueden sustituir el criterio arbitral, que además de tratarse de una opinión cualificada, es emitida tras haber presenciado los hechos”.
De este modo, al no poder el Juez de Competición “desvirtuar el contenido del acta arbitral”, en donde quedó reflejado los gritos de “¡Moros!” desde la grada, y al tratarse por tanto de un “incidente de público que ha perturbado de forma reiterada el desarrollo del encuentro”, el Manzanares tendrá que abonar la suma de 1.000 euros por “represión pasiva de conductas violentas, xenófogas e intolerantes”.
Desde el club unionista se han mostrado conformes por la decisión adoptada tras el ataque verbal a sus jugadores.
