Distintas cartas bomba han sido enviadas a los domicilios de los expresidentes Barack Obama y Bill Clinton, a la del filántropo liberal George Soros y a las oficinas de la CNN, precisamente personas que han sido señaladas por los movimientos de la ultraderecha estadounidense en la que se apoya Donald Trump
JOSÉ ANTONIO GÓMEZ. DIARIO16.- Las autoridades americanas han sido categóricas a la hora de afirmar que los artefactos explosivos enviados a los domicilios de los ex presidentes Obama y Clinton, al de George Soros y a las oficinas de la CNN son de fabricación casera y realizados por la misma persona. La personalidad de los objetivos, personalidades y la cadena de televisión que han sido señaladas por la ultraderecha que soporta y apoya incondicionalmente a Donald Trump, indica que se trata de un intento de acto terrorista interior, no yihadista. Por tanto, son una consecuencia de las políticas de odio que el magnate neoyorkino que ocupa la Casa Blanca está implantando en los Estados Unidos.
En el país norteamericano ha habido presidentes muy conservadores. Todo parecía indicar que nadie podría superar a Nixon, Reagan o los dos Bush. Sin embargo, Trump lo está logrando porque está apoyado por los movimientos ultraderechistas que están instalados en los Estados Unidos, desde los más radicales miembros de la Asociación Nacional del Rifle, pasando por los supremacistas blancos o el Ku Klux Klan. El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio dijo que «Esto claramente es un acto de terror que intenta socavar nuestra prensa libre y los líderes de este país a través de actos de violencia». Las políticas de Trump están generando una polarización de la sociedad norteamericana. Así lo dijo Clinton en Florida tras haber recibido el paquete bomba: «Es un momento de profundas divisiones, y tenemos que hacer todo lo posible para unir a nuestro país».
Ante la reacción y el estupor del pueblo americano, Trump quiso lanzar un mensaje de condena: «Tenemos que unirnos y enviar un mensaje muy claro, firme e inequívoco de que los actos o amenazas de violencia política de cualquier tipo no tienen lugar en los Estados Unidos de América». Sin embargo, se negó a responder sobre si los paquetes bomba procedían de algún tipo de terrorismo interior, sobre todo porque ya se han producido otro tipo de ataques violentos que sí tuvieron éxito.