El equipo londinense exige a la UEFA la «sanción más dura posible» después de que uno de sus jugadores fuera insultado por parte de los jugadores rivales
LA RAZÓN.- Ocurrió el 8 de agosto, pero no ha saltado la noticia hasta hoy, cuando el entrenador del QPR juvenil, Paul Furlong, informó de los incidentes ocurridos durante la segunda parte de su partido ante el AD Nervión sevillano.
El defensa de 17 años, Trent Mahorn guió a a su compañeros hacia el vestuario, lo que obligó al árbitro a suspender el partido. Según informa el club, sus jugadores recibieron gritos de monos durante el partido así como insultos racistas.
«Si esto hubiera ocurrido en Inglaterra la sanción sería ejemplar. Pero otros países están más atrasados en este tema. Nos tomamos muy en serio el racismo y no toleraremos que nuestros jugadores sean objeto de racismo». Indicó Lee Hoos, ejecutivo principal del QPR.