El magistrado Vicente Ríos pregunta a las víctimas de las agresiones por el cordón policial, el tipo de agentes y el tiempo de respuesta cuando empezaron los ataques. En octubre deberán declarar los jefes de los operativos de la policía nacional, local y los inspectores de la brigada de Información que elaboró el atestado. Las víctimas declaran cómo fueron acorraladas por decenas de personas y una explica la patada en la cara que le dieron cuando estaba en el suelo
SERGI PITARCH. ELDIARIO.ES.- Una vez han pasado a declarar la veintena de imputados en las agresiones de miembros de la extrema derecha a personas que acudieron a la manifestación por la lengua del 9 d’Octubre de 2017 ha empezado el turno de las víctimas, que en alguno de los casos acabó en una ambulancia. Este miércoles, tres de los principales agredidos -imágenes que quedaron registradas en las cámaras de televisión y fotográficas de una decena de periodistas- han declarado ante el titular del juzgado de Instrucción número 15 de Valencia.
El magistrado Vicente Ríos, que se ha interesado por cómo ocurrieron los hechos, también ha preguntado cómo funcionó el operativo policial, según fuentes jurídicas. El juez ha incidido en cómo fue el cordón de los antidisturbios que separó a los contramanifestantes y que fue vulnerado por los agresores provocando las carreras y la desprotección de las personas que habían acudido a la marcha legal.
El magistrado también se ha centrado en el momento de la agresión en la avenida del Oeste y cuánto tiempo tardaron los agentes en asistir a las víctimas cuando estaban siendo agredidas por no menos de una decena de personas. Además, ha inquirido por el tipo de policías que asistieron a garantizar el desarrollo de la manifestación.
Estas preguntas sobre el operativo policial coordinado por la Delegación del Gobierno de Juan Carlos Moragues, que fue muy criticado por la Comisión 9 d’Octubre -organizadora de la manifestación- y por los partidos en el Gobierno valenciano, podrán ampliarse y el juez podrá profundizar cuando declaren los responsables del operativo.
Deben acudir el próximo mes de octubre los jefes de los dispositivos de la policía nacional, la Policía Local y la brigada de Información. De hecho, fuentes de las acusaciones consideran que fue la falta de previsión y de agentes lo que facilitó que la marcha no se pudiera celebrar con normalidad teniendo, incluso, que cambiar de itinerario.
De hecho, la sombra del 1-O en Catalunya planea sobre estos hechos, puesto que miles de antidisturbios fueron desplazados a parar el referéndum reduciendo los efectivos que se quedaron en Valencia. Y eso que durante las semanas anteriores a la marcha del 9 d’Octubre numerosos miembros de la extrema derecha amenazaron en redes sociales y foros de internet con reventar la manifestación. Y así pasó.
Las víctimas han relatado al juez instructor cómo fueron acorraladas por decenas de personas que les increpaban y les «hacían saludos nazis». Así, en un momento rompieron el endeble cordón policial y consiguieron separar a unos cuantos manifestantes de la marcha principal, que fueron a los que agredieron con violencia. Uno de los manifestantes ha explicado que salió en defensa de la pareja que estaba siento pateada en el suelo con patadas directas a la cara. Este joven, que se tuvo que enfrentar a una decena de violentos, ha explicado que acudió a ayudar a la pareja.
Faltan todavía por declarar otras víctimas de las agresiones y otros testigos del 9 d’Octubre de 2017. Se investigan delitos de odio por intentar reventar una manifestación, organización criminal y faltas. Las agresiones, entienden las acusaciones, fueron por motivaciones ideológicas.