El encarcelado captó y adoctrinó a varios jóvenes que acabaron planificando atentados en Marruecos y Emiratos Árabes Unidos
FERNANDO LÁZARO. EL MUNDO.- La Policía Nacional logró desactivar una célula de Daesh en Ciudad Real que se autodefinía como la red de los «soldados invisibles» de la organización terrorista. Su líder ha sido enviado a prisión por el juez en la mañana de este viernes, tras tomarle declaración.
El núcleo de la célula estaba en la localidad de Bolaños de Calatrava (Ciudad Real). La presunta célula estaba integrada por cuatro presuntos terroristas, ya capturados y puestos a disposición judicial. Los agentes detectaron un alto nivel de radicalidad.
El presunto líder es un ciudadano marroquí que llegó a captar y adoctrinar en su país a varios jóvenes que acabaron planificando atentados terroristas en el reino alauí y en los Emiratos Árabes Unidos. Ya había sido detenido en varios operativos llevados a cabo por la policía marroquí.
Tras su detección en España, los agentes montaron un dispositivo de control que se ha prolongado durante más de un año, en coordinación con Marruecos.
El sospechoso era un seguidor de Abu Muhammad al Adnani, quién, hasta su fallecimiento, fue el jefe de las operaciones exteriores de Daesh, su portavoz y, además, su máximo responsable en Siria. Este líder llamó a sus fieles a matar a ciudadanos de los países que formaban parte de la coalición internacional liderada por EEUU.
DESEO DE ATACAR A LAS FUERZAS DEL ESTADO
Durante su estancia en España se pudo comprobar que el detenido replicó la labor de captación desarrollada en Marruecos, tanto en redes sociales como en el plano físico. Logró conformar un grupo de acólitos a los que adoctrinaba en el credo takfirí, la corriente más radical del yihadismo, según explica la Policía.
Sus seguidores se autodefinían como los soldados invisibles de Daesh. Aceptaban que debían estar entrenados físicamente y rezar de manera continuada. El responsable celebraba reuniones de adoctrinamiento en su domicilio y llegó a acudir con sus seguidores a fiestas de localidades cercanas, donde criticaban con extrema violencia verbal las costumbres occidentales, mostrando odio hacia las personas que participaban.
El líder detenido había incrementado en los últimos tiempos de manera progresiva el consumo de vídeos de martirio y de ejecución de atentados en Europa, como el perpetrado contra el semanario francés Charlie Hebdo. Además, en las últimas semanas, había comunicado a su círculo más cercano su desesperación porque no le gustaba su estilo de vida y advertía de que tenía un plan para revertir su situación.
Recientemente, de manera directa, había verbalizado su odio contra las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y había mostrado su deseo de atacarles mientras realizaban sus funciones.
Estas amenazas directas, recrudecidas en las últimas semanas, unidas a las instrucciones que ha dirigido Daesh a sus seguidores a través de diversas publicaciones, precipitaron la detención de este individuo y sus seguidores