El auto absuelve a los policías por las lesiones sufridas aquel día por un matrimonio y acusa a la pareja de resistencia
J. SANZ. NORTE DE CASTILLA.– El titular del Juzgado de Instrucción número 1 acaba de cerrar la investigación sobre los altercados registrados el 23 de marzo ante una mesa informativa de Vox instalada en la plaza del Carmen con la acusación formal contra los tres detenidos aquel día al considerar que «existen indicios» de que el más joven, L. M. P. H., cometió un delito de odio al increpar y amenazar a los simpatizantes del partido político y otro de resistencia al enfrentarse luego a los agentes que le arrestaron. Y este último delito atribuye el juez al matrimonio formado por Pedro J. e Isabel G., que también fueron detenidos, en su caso, por «increpar a los agentes por su intervención y resistirse después a su identificación y arresto».
El auto, dictado este viernes, sobresee la causa abierta en paralelo contra los agentes de la Policía Nacional que intervinieron aquel día y que fueron denunciados por el matrimonio por las lesiones sufridas antes de ser esposados. «Sus lesiones no parecen causadas de modo doloso y se enmarcan en el curso de las inmovilizaciones y en los actos propios (de los detenidos) al agarrarse de la mano y tirar para no ser separados, cuando los policías les decían que no lo hicieran, que se iban a hacer daño».
De manera que la investigación judicial, a expensas de los más que probables recursos contra el auto por parte de los tres detenidos, concluye con el joven y el matrimonio encausados. El primero, de entrada, se enfrenta a las penas más graves, de entre uno y cuatro años de cárcel por el delito de odio (fomentar, incitar o promover odio, hostilidad o violencia contra un grupo por motivos referentes a su ideología) y penas de tres meses a un año por el delito de resistencia (por el que está acusado también el matrimonio).
«Fascistas de mierda»
Los hechos tuvieron lugar a las 13:45 horas de aquel sábado de marzo ante una mesa informativa de Vox. El auto judicial recoge que L. M. P. H., el joven detenido, hizo inicialmente «fotos de la mesa, se río de sus componentes e incitó a los transeúnte a hacer lo mismo». Después, siempre según el relato del auto, comenzó increparles a voces: «Fascistas de mierda (…), fuera de este barrio, os voy a matar…». Su ira se dirigió expresamente a uno de los integrantes de Vox, al que «intentó golpear». Y en esas estaban, ya con más gente congregada allí, cuando llegaron las patrullas policiales.
El propio joven, ahora encausado, informó a los agentes de que quería denunciar a los miembros de la mesa y apuntó que era «libre para echar a los políticos facinerosos» de su barrio. Los policías, siempre según el auto, le pidieron la documentación para denunciarle a él por los altercados (una mera sanción administrativa). Y en esas entró en escena el matrimonio para recriminar a los agentes su actuación (y así lo han reconocido ellos mismos). Pedro les dijo: «Vuestra función no está para defender a los de la mesa sino para echarles del barrio». Y su mujer, a continuación, les espetó: «Por qué venís tanta policía para ayudar a esta basura cuando para ir a nuestra casa no tenéis tiempo». El juez considera que el matrimonio impidió con su presencia la intervención inicial con el joven L. M. P. H. y, «al insistir en entorpecer la labor policial», también ellos fueron «requeridos para identificarse». Los tres se negaron e increparon a los agentes, prosigue el auto, antes de ser reducidos, esposados y detenidos. Contra el auto, que cierra la instrucción, aún caben los previsibles recursos.