El magistrado no aprecia la participación de los Mossos en la caída al vacío del hombre
MARC ROVIRA. EL PAÍS.- El juzgado de Tarragona ha archivado la investigación que mantenía abierta en relación con la muerte en Salou del ciudadano africano Mor Sylla. El juez instructor dicta el sobreseimiento provisional de las diligencias al considerar que no ha quedado acreditada «la existencia de infracción penal alguna». El mantero falleció la madrugada del pasado 11 de agosto al precipitarse al vacío desde el balcón del apartamento donde vivía. Cayó desde una altura de tres pisos mientras los Mossos d’Esquadra registraban su vivienda en el marco de una operación que perseguía la venta ilegal en la Costa Daurada. La resolución judicial recoge que no existen indicios que permitan concluir «la participación de ningún agente de los Mossos d’Esquadra en el fallecimiento de Mor Sylla».
El hermano del fallecido, Ibrahima Sylla, interpuso una denuncia contra los Mossos que intervinieron en la entrada y registro. Refería que uno de los compañeros de piso de la víctima había visto como la policía había cogido a Mor Sylla y lo había arrojado por la ventana. El fallo judicial apunta que desde el principio todas las sospechas se centraron en la agente de los Mossos d’Esquadra que se encargaban de «asegurar» al mantero. La agente afirmó que cuando entró en la habitación el inmigrante salió corriendo hacia el balcón, dio un salto y se colocó detrás de la barandilla, tratando de descender, «como si intentara huir de la vivienda». La agente de policía se acercó hacia la terraza y, según consta en el texto de archivo, «cuando llega a asomarse el Sr. Sylla ya cuelga desde el toldo, desde donde cae a la calle».
La declaración prestada por dos testigos protegidos ha sido determinante en la resolución del juez instructor. En su argumentación recoge que los dos testigos vieron como el mantero se colgaba del balcón por su parte exterior y ni el uno ni el otro apreciaron intervención policial en su caída al vacío.
El juez Joaquim Elías, decano de Tarragona, asume que «desde la distancia» que le separa del momento en el que sucedieron los hechos denunciados, le resulta «prácticamente imposible describir con la precisión de un cirujano qué sucedió exactamente». Sin embargo, manifiesta que sí puede afirmar que «una vez practicadas todas las diligencias que he considerado necesarias para el esclarecimiento de estos hechos, no advierto indicio alguno que me permita sostener la más mínima duda acerca de la participación de los agentes de los Mossos d’Esquadra en el fallecimiento».
El juez abunda en las causas de la conducta del fallecido y especula con que «quizá el Sr. Sylla pretendía escapar». El fallo también hace mención de los disturbios acaecidos en Salou después de la muerte del mantero. Es cuando la presunta implicación de los Mossos en el suceso se extiende entre «amigos y conocidos del fallecido, así como ciudadanos pertenecientes a su misma nacionalidad», cuando estallan los altercados. Se genera un «estado de excitación y nerviosismo colectivo que derivó en una alteración del orden público que está siendo objeto de investigación en otro procedimiento», señala el juez.
