El joven, de 27 años, se muestra en redes sociales con emblemas como la Cruz de Borgoña o lemas como Plus Ultra. Fue detenido y enviado a prisión.
El Español.- No hacía falta más que verlo moverse antes de perpetrar la agresión. Como si fuese un púgil, balanceándose un poco sobre los pies, colocándose medio de perfil. Soltando manos, como si la pelea fuese profesional. Tras retarle, al primer paso del oponente, tres rápidos ataques con los puños: izquierda, derecha, izquierda. Uno de los golpes fue tan certero que le sacó el ojo a M. P., de 57 años. Al agresor, J. C. L., se le relaciona con grupos de extrema derecha y tiene nociones de deportes de contacto, aunque no tenía antecedentes graves conocidos.
El suceso se produjo el pasado domingo por la tarde en Lugones (Asturias), en torno a las 16.30 horas. Dos hombres discutían por un tema de tráfico en la confluencia de la avenida Antonio Machado y la calle Rio Nora. El mayor de los involucrados recriminó al joven la forma en la que había accedido a la vía con su vehículo. Cuando ambos se bajaron de los coches, se sucedieron los golpes.
Habían pasado unas horas y el vídeo de la riña se había hecho viral en redes sociales. En Twitter se vinculaba al presunto agresor con la extrema derecha. Miembros de Antifasctistas le relacionaban con grupos neonazis. Al joven, de 27 años, se le puede ver en redes sociales con camisetas con la Cruz de Borgoña o lemas como Plus Ultra; también hay un montaje suyo junto al nombre de ‘Sicarios BLG’ (Barrio La Güela).
Le apodan ‘el jabalí’ en algunos puntos de su localidad, según fuentes consultadas por este periódico. Su aspecto es rudo. Cabeza rapada, alto y corpulento, con fuertes brazos. A simple vista, no parece alguien que rehuya de las peleas. De hecho, en el vídeo de la agresión que ha perpetrado, se le escucha retar a su oponente. «Venga, chaval, ¿qué?», repite en varias ocasiones al hombre que se sitúa frente a él, reprochándole la recriminación anterior.
En sus propias redes sociales, llama la atención que el joven hace mención a los salmos 18:37-42. Los mismos rezan: «37. Tú ensanchas el camino ante mis pasos y mis pies no vacilan; 38. perseguí a mis enemigos, les di alcance, no me volví hasta acabar con ellos; 39. los derroté y no podían rehacerse, sucumbían debajo de mis pies. 40. Me ceñiste de fortaleza en la batalla, aplastaste bajo mí a mis agresores; 41. me hiciste ver la espalda de mis enemigos y exterminé a los que me odiaban. 42. Gritaron, pero no hubo salvador; clamaron al Señor, pero no hubo respuesta.»
Según confirman fuentes policiales a EL ESPAÑOL, el detenido era aficionado a las artes marciales y el boxeo y se estima que pudiera tener nociones en estos deportes. Igualmente, se le conoce en el lugar como aficionado a los grafitis y las artes urbanas.
En prisión sin fianza
El autor de los puñetazos huyó del lugar de los hechos tras derribar a su oponente. Se marchó amenazando a aquellos que habían grabado lo ocurrido en vídeo, confirmó la Policía. A posteriori, la colaboración ciudadana fue fundamental para que fuese detenido el mismo domingo, horas después de lo sucedido.
El joven de 27 años pasó a disposición judicial en la mañana de este pasado lunes. El titular del Juzgado de Primera Instancia número 2 de Siero dictó un auto de prisión provisional, comunicada y sin fianza para el agresor.
Había sido el Ministerio Fiscal quien había solicitado la medida cautelar. El fundamento se basaba en la gravedad de los hechos acaecidos y en la existencia de un riesgo de fuga por parte del detenido.
«Si le da en la cabeza se queda en el sitio»
La familia del agredido M. P. ha hablado con los periódicos locales El Comercio y La Nueva España. «No te puedes imaginar algo así. Si le da en la cabeza en vez de en el ojo se queda en el sitio», apuntan al segundo de los medios mencionados.
Al parecer, M. P. circulaba con su hija en el coche cuando J. C. L. accedió a excesiva velocidad a la calle Río Nora. El agredido recriminó este hecho al joven, que se bajó del coche y le dio un guantazo al hombre de 57 años antes de que este bajara de su vehículo, según contó su familia.
El agredido se encuentra hospitalizado en una cama del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Las lesiones provocadas por el puñetazo le han hecho perder el ojo izquierdo. Su mujer ha explicado a El Comercio que «le rompió el hueso orbital y el globo ocular».