EL DESMARQUE.- La Europa League vuelve a la ciudad. El Sevilla FC recibe este jueves al APOEL de Nicosia, un equipo que aparentemente un equipo que no ocasionará peligro alguno. Los que sí pueden hacerlo son sus ultras, uno de los grupos más temidos del continente.
Capaces de hacer recular a toda una unidad de antidisturbios, son conocidos en toda Europa por su violencia. Tal es así que son famosos por su ideología de ultra derecha, teniendo fuertes vínculos con Amanecer Dorado. De hecho una bandera neonazi cuelga en su fondo cada partido en Nicosia. Una ideología que ha motivado jugar infinidad de partidos a puerta cerrada, por los constantes insultos racistas a rivales. Ningún jugador puede jugar con el número 79, retirado por el club al ser el año de fundación del grupo.
Llamativo fue cuando hace dos años tiraron un petardo a un recogepelotas de un equipo rival, el AEL, que tuvo que ser trasladado en ambulancia al hospital.
Todo empezó llegando al final del primer tiempo. Los ultras del Apoel lanzaron un petardo a un recogepelotas hiriéndolo gravemente. El chico fue trasladado al hospital en ambulancia, fue ahí cuando hools de AEL invadieron la pista de atletismo y fueron en busca de Apoel.
Casi 700 personas, entre ellas unos 300 agentes de la Policía Nacional, además de efectivos de la Policía Local y otros servicios, forman el dispositivo de seguridad para el Sevilla–APOEL. El partido ha sido declarado de alto riesgo por las autoridades.
El último lío en España de los ultras del APOEL
Por todos es recordada la penúltima visita del APOEL a España, ante el Athletic en la Europa League. Por aquel entonces, los hinchas lograron temorizar a toda una ciudad. Un agente de la Ertzaintza resultó herido y tres varones fueron detenidos como consecuencia de los incidentes registrados antes del inicio del partido que se celebró en el estadio de San Mames.
La Ertzaintza desplegó un dispositivo especial que acompañó la marcha de los ultras chipriotas desde la Plaza Moyua hasta el estadio de San Mamés, durante la cual los aficionados del Apoel lanzaron botellas a transeúntes y ertzainas, generando uno de los momentos más delicados al haber niños de por medio. Posteriormente se enfrentaron al Real Madrid pero no hubo incidentes, al estar hermanados con Ultras Sur.