La banda ‘skin’ disuelta por el Supremo organizaba una actuación en San Sebastián de los Reyes. La Policía lo abortó, detuvo a dos e identificó a 307
LUIS F. DURÁN PABLO HERRAIZ. EL PAÍS- Los neonazis más violentos y peligrosos, los Hammerskin, han reaparecido. A pesar de que hace un año el Tribunal Supremo ordenó su disolución, el pasado sábado fueron los organizadores e impulsores de un concierto clandestino en una discoteca de San Sebastián de los Reyes. La Policía intervino y logró abortar la celebración del recital en el que iban a actuar grupos musicales nazis como Sumbu Brothers, de Italia, Estirpe Imperial y Celtiberia, de España y Oifensiva, de Portugal. Estas bandas alientan en sus canciones el odio, la violencia y la discriminación racial. La Fiscalía también estudia el caso y no descarta tomar acciones contra los organizadores, según fuentes judiciales.
Durante la redada policial se detuvo a dos skin y se identificaron a 307 personas. Además, la Policía Municipal de San Sebastián de los Reyes levantó tres actas, dos por falta muy grave y una grave, contra el local que albergó el concierto, la sala Space Sanse. En concreto el recinto carecía de licencia para organizar conciertos en directo y el aforo superaba el doble del permitido, que era de 140 personas como máximo, ambas irregularidades muy graves. Asimismo, se descubrieron a algunos menores entre los asistentes. Estas infracciones podrían acarrear el cierre del local y una multa de hasta 300.000 euros.
La actuación policial se produjo justo antes de comenzar el concierto que no se llegó a desarrollar pese a que todo estaba preparado.
Tanto los agentes del Cuerpo Nacional de Policía como los de la Guardia Civil llevaban toda la semana en alerta ante la celebración de un concierto ultra en Madrid con motivo del día de la Hispanidad, una fecha estratégica para los grupos de extrema derecha.
Durante los días previos se difundió por varias redes sociales el cartel del evento (imagen de la derecha abajo). Como se puede apreciar no se informa en el mismo ni del lugar ni de la hora del recital.
Junto al letrero se aclaraba que estaban invitados todos los patriotas y que no estaban permitidas drogas y armas. Además, aseguraban que serían «inflexibles ante cualquier incidente».
El concierto iba a ser el epílogo a un día de movilizaciones que tenían como acto central una manifestación convocada en el Templo de Debod por la organización fascista Acción Nacional Revolucionaria y el partido neofascista Movimiento Social Republicano (MSR). Bajo el lema Por la república social española acudieron unas mil personas a la concentración.
La idea era que al término de la marcha se difundiese boca a boca el lugar del concierto para burlar así a la Policía «que siempre nos han tocando las narices», señaló días antes uno de los convocantes. Aunque se especuló que el concierto iba a ser en Boadilla o en Villaviciosa, finalmente los organizadores cerraron un acuerdo con la discoteca de San Sebastián de los Reyes. La Policía Nacional lo averiguó y se presentó en la sala sobre las 21.00 horas. Acudieron agentes de la Brigada de Información, de la comisaría de Alcobendas y de la Policía Municipal de Sanse.
En la inspección del recinto se descubrió el exceso de aforo por lo que la sala fue desalojada de inmediato. Todos los asistentes fueron identificados uno a uno. Al menos 30 de los jóvenes tenía antecedentes policiales por su pertenencia a grupos de ultraderecha.
Lo que más llamó la atención a los agentes era que la mayoría habían pertenecido al grupo Hammerskin disuelto por el Supremo en febrero de 2012. Para la Policía este hecho puede ser la consecuencia de una nueva reorganización del grupo nazi que por primavera vez fue condenado por asociación ilícita por la Audiencia Provincial Madrid. «En este tipo de encuentros suelen rearmarse y luego atacar», agregaron fuentes policiales. De hecho, en Movimiento contra la Intolerancia constan varias agresiones ultras el pasado fin de semana en la capital con el sello de este grupo.
En su día el tribunal «entendió suficientemente acreditada la existencia de la organización Hammerskin-España, compuesta por una pluralidad de personas que están estructuradas, organizadas y jerarquizadas con carácter permanente desde 2000». Añadía el fallo judicial que su ideología se basaba en «promover la discriminación, el odio o la violencia contra personas, grupos o asociaciones por razón de su ideología, religión o creencias».
Dos de los asistente al concierto neonazi del pasado sábado fueron además detenidos por enfrentarse a los agentes en el desalojo de la sala.
El recital estaba respaldado por Alerta Sonoro. Bajo este nombre existe una promotora de conciertos de grupos de rock con una ideología totalmente contraria a la de los promotores. De ahí que anoche la empresa Asalto Sonoro Management aclarara que no tenía nada que ver con el concierto nazi y asegurase que desconocía por qué aparecía su nombre en el cartel anunciador.
«No sabemos por qué han utilizado el mismo, aunque creemos que ha podido ser una mera coincidencia», señalaron desde la empresa que lleva años trabajando en la organización de conciertos y llevando las carreras musicales de grupos de rock «que no tienen nada que ver con este tipo de movimientos», entre ellos Sober, Porretas, Hora Zulú, Eskorzo o Vantroi.
Música violenta
Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia, condenó ayer este nuevo episodio de violencia ultra ocurrido en Madrid el pasado fin de semana. «Es deplorable que se sigan organizando estos conciertos racistas y neonazis en España», añadió. Ibarra pidió que estos grupos sean disueltos ya que alimentan el odio, la violencia y el racismo en sus canciones. También lamentó que acudan menores a estos actos. «Es significativo que manipulen a chicos jóvenes y que traten de llevar la semilla del mal y del odio entre adolescentes», sentenció.
