JOSÉ MARÍA OLMO. EL CONFIDENCIAL.- El movimiento de extrema derecha quiere aprovechar el pánico desatado por la ola de atentados islamistas en Francia para tratar de aumentar su implantación en Europa. Y la oportunidad tampoco ha pasado desapercibida para los ultras de España. La sucursal en Madrid del grupo islamófobo que el pasado fin de semana convocó marchas contra los musulmanes en diferentes ciudades alemanas ha convocado para el próximo lunes su primera protesta en España.
Los responsables del llamamiento se hacen llamar ‘Patriotas europeos contra la islamización de Occidente’ (Pegida, en sus siglas en alemán), un grupo radical que, aunque niega ser xenófobo o racista, construye todo su programa en torno al odio al islam. El lugar que han escogido para estrenarse en España es el Centro Cultural Islámico de Madrid, más conocido como la mezquita de la M-30 por su ubicación junto a esta arteria de la capital. Pretenden concentrarse frente al templo a las 20.30 horas para protestar por la presencia de musulmanes en territorio nacional, aunque la Delegación del Gobierno en Madrid ha rechazado su petición en este simbólico enclave, ofreciéndoles la opción de realizarla en otro lugar. Una opción que valorarán el mismo lunes, según un comunicado que han publicado en las redes sociales.
El objetivo de Pegida es claro. Aspira a canalizar el pánico que ha generado la alarma antiterrorista que recorre las principales potencias europeas tras el atentado contra el semanario satírico Charlie Hebdo que dejó 12 víctimas mortales este miércoles en París. Por lo pronto, ya ha logrado cierto éxito en Alemania, Holanda y Francia, y busca ahora implantarse en España.
“Queremos aclarar a los medios que ni somos racistas, ni violentos ni pertenecemos a ninguna ideología política a nivel de colectivo”, afirma este colectivo a El Confidencial a través de un correo electrónico. “Simplemente queremos concienciar a la población sobre los peligros de la islamización de Europa”, termina su explicación. Pese a ello, las autoridades europeas consideran que se trata de un movimiento neonazi. Su principal impulsor, el alemán Lutz Bachmann, tiene un largo historial policial por episodios xenófobos.
El objetivo de Pegida es claro. Aspira a canalizar el pánico que ha generado la alarma antiterrorista que recorre las principales potencias europeas tras el atentado contra el semanario satírico Charlie Hebdo que dejó 12 víctimas mortales este miércoles en París. Por lo pronto, ya ha logrado cierto éxito en Alemania, Holanda y Francia, y busca ahora implantarse en España.
“Queremos aclarar a los medios que ni somos racistas, ni violentos ni pertenecemos a ninguna ideología política a nivel de colectivo”, afirma este colectivo a El Confidencial a través de un correo electrónico. “Simplemente queremos concienciar a la población sobre los peligros de la islamización de Europa”, termina su explicación. Pese a ello, las autoridades europeas consideran que se trata de un movimiento neonazi. Su principal impulsor, el alemán Lutz Bachmann, tiene un largo historial policial por episodios xenófobos.
