EL PERIÓDICO.- La ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio, ha reconocido este lunes que «causan miedo» las imágenes del multitudinario acto celebrado por Vox este domingo en el Palacio de Vistalegre de Madrid por el discurso «xenófobo, machista y homófobo» que defiende el partido. En declaraciones a la Cadena Ser, Valerio ha apuntado que las encuestas no reflejan que haya «muchas personas» en España dispuestas a votar a formaciones de «extrema derecha» como Vox. Sin embargo, ha insistido en reconocer «cierto miedo» por el acto, en el que ha lamentado que se defendieron mensajes «xenófobos, machistas y homófobos».
A su juicio, mensajes políticos como el de Vox en ocasiones «calan» en ciertos sectores de la sociedad «con problemas» porque ofrecen «soluciones fáciles» a los problemas, como cerrar las fronteras a la inmigración. «Siempre dan soluciones fáciles a problemas muy complejos. Puede haber personas que vivan con problemas y se sientan atraídas por ese tipo de mensajes», ha dicho sobre el partido liderado por Santiago Abascal.
Desde el PSOE ha rechazado cualquier temor ante el avance de Vox, una formación que -según reconocen los propios socialistas- puede beneficiar las expectativas electorales del partido de Pedro Sánchez, al dividir aún más el voto de derechas. «Miedo ninguno», ha señalado la portavoz del Comité Electoral del PSOE, Esther Peña, que ha responsabilizado a las formaciones lideradas por Pablo Casado y Albert Rivera de la fuerza que ha tomado el partido de extrema derecha. «Los excesos dialécticos del PP y Ciudadanos alimentan estos grupos», ha dicho la dirigente socialista.
Horas antes, la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, ha afirmado este lunes que le «preocupa y mucho» el tipo de manifestaciones que se escucharon ayer en el multitudinario acto que celebró Vox en Vistalegre, y ha advertido de que las «mujeres son las grandes perjudicadas del giro a la derecha que tuvo ayer todo su esplendor con Vox». En su opinión, la derecha española parece que está «compitiendo por retroceder y por ahondar en la brecha de desigualdad», y ha señalado en Antena 3 que lo mismo hacen en Catalunya, donde PP y Cs no compiten por ofrecer un proyecto ilusionante a los catalanes que quieren quedarse en España, sino que compiten para ver quién es más duro contra el independentismo.
Vox llenó este domingo el Palacio de Vistalegre de Madrid con unas 10.000 personas que defendieron a la «España viva», una España que ha «resucitado» y que, según su presidente, Santiago Abascal, contará con representación parlamentaria en las próximas elecciones generales.
Voto útil del PP, silencio en Cs
Por su parte, el presidente del PP, Pablo Casado, ha apostado por «concentrar y optimizar esfuerzos» para que el PP sea la «fuerza hegemónica» del centro-derecha, pueda conseguir una mayoría «suficiente» y echar a Pedro Sánchez del Palacio de la Moncloa. En esta línea, el vicesecretario de Organización del PP, Javier Maroto, ha advertido que la división del electorado de centro derecha «sería perpetuar el actual Gobierno de izquierdas». «Cualquier voto a Vox significa tener a Pedro Sánchez cuatro años más como presidente del Gobierno», ha subrayado Maroto en declaraciones en Antena 3.
Durante el acto, varios dirigentes del Comité Ejecutivo Nacional de Vox resumieron sus 100 propuestas de cara a las próximas elecciones generales entre las que destaca la propuesta de suspensión de las autonomías como solución al problema catalán. En este sentido, Maroto ha criticado esta propuesta, de la que ha dicho que «queda muy bien en una frase», pero, según ha explicado, para llevarla a cabo se necesita un referéndum para cambiar la Constitución, algo que «daría alas a los ‘podemitas’ para proclamar la República». Precisamente, PP y Cs pugnan por la derecha que quiere mano dura en Catalunya.
También desde el partido conservador, Ángel Garrido ha señalado que en el PP «no tenemos que intentar parecernos en nada» a esta formación. «Sería el mayor error que podíamos cometer, que alguien nos asemejara aunque sea un poco» con Vox, ha explicado Garrido, quien explicó que en el PP «tenemos nuestro espacio, que es muy distinto». «Quien quiera votar a esos partidos, es libre de hacerlo, pero nosotros no estamos ahí», ha sentenciado el presidente de la Comunidad de Madrid en una entrevista con Servimedia.
Por último, el expresidente del Gobierno José María Aznar ha señalado este lunes de que él legó un espacio electoral unido (desde la derecha hasta la frontera con el PSOE) que ahora está «troceado» en tres -PP, Cs y Vox-, y ha reiterado la necesidad de refundar el centroderecha. «Cuando yo dejé el Gobierno en 2004 legué un espacio electoral unido. Hoy ese espacio está dividido en tres y eso es muy mala noticia», ha insistido
Desde el partido naranja, Albert Rivera, no ha querido opinar sobre el acto de Vox porque ese es un error «de los viejos partidos», pero sí ha reflexionado que el ascenso o no de lo que esta formación representa dependerá «de los bien» que lo haga el resto. «Si PP y PSOE hubieran ofrecido respuestas del siglo XXI probablemente estaríamos en un mapa de dos partidos y no de cuatro», ha expuesto.
Además, se ha aferrado al discurso de que los viejos partidos están pendientes de los demás y «se olvidan de los ciudadanos». «Hay que hablar de los españoles. Respeto a los que hacen actos con más o menos gente, pero quiero liderar una nueva etapa política», ha reiterado. Dicho esto, ha señalado que la fuerza de Vox se medirá en las urnas, aunque en su opinión hay «muchos más votantes liberales y proeuropeos» que de ultraderecha. Su obligación como presidente de Ciudadanos es ofrecer «ilusión y cambio».