M.J. PÉREZ BARCO.- El Ministerio de Educación ya ha empezado a trabajar en un plan de convivencia para acabar con el acoso escolar, o «bullying», presente en gran parte de los colegios e institutos del país. Como aseguran fuentes de este departamento, desde «el primer momento» en que el nuevo ministro Iñigo Méndez de Vigo tomó posesión de su cargo «se están celebrando reuniones con las Comunidades Autónomas y los agentes sociales para crear grupos de trabajo que dotarán de contenido a este plan de convivencia en las aulas».
La intención, indican desde Educación, es que este documento «esté terminado antes de finales de año» y «prestará especial atención a la violencia de género entre los alumnos, al ciberacoso, al alumnado vulnerable (riesgo de exclusión, casos de «bullying»…) y a los profesores». Será un plan nacional que después deberán asumir las Comunidades Autónomas y al que podrán incorporar más medidas y actuaciones.
Gran preocupación
El acoso escolar es ya una de las grandes preocupaciones de la comunidad educativa. De hecho, hay entidades que no han esperado la elaboración de ese plan de convivencia nacional y se han puesto en marcha para ofrecer a los centros educativos en este curso programas de actuación que pretender ser más eficaces ante el «bullying». Pues los protocolos diseñados por las Comunidades Autónomas (que están reflejados en los planes de convivencia de los colegios) no parecen atajar este grave problema que se extiende por los centros. De hecho, asociaciones de padres y alumnos y de víctimas que han sufrido acoso, así como sindicatos de profesores, han pedido al Gobierno en más de una ocasión la elaboración de un Plan Nacional contra el Acoso y la Violencia Escolar, similar al Plan Nacional sobre Drogas o al Plan Integral contra la Violencia de Género.
Es el caso de la Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar, que ya ha diseñado su propio «plan nacional contra el bullying» y está siendo solicitado por diferentes Comunidades Autónomas y colegios. Su presidente Enrique Pérez-Carrillo de la Cueva explica a ABC que tras el suicidio de Arancha, la adolescente de 16 años que se quitó la vida por sufrir acoso escolar en el Instituto Ciudad de Jaén de Madrid, pusieron en marcha esta iniciativa. «Ya hemos visto como aplican los colegios los protocolos contra el «bullying»: solo uno de cada diez lo hace bien. Llevamos diez años interviniendo en casos de acoso, ayudando a las víctimas y a los centros… investigando, testando y mejorando nuestras propias actuaciones… Ya tenemos las herramientas y hemos armado un plan nacional integral».
Un asunto tabú
Este proyecto pretende, por un lado, dar formación a niños, padres y profesores para prevenir el acoso y, por otro, ofrece un programa para proteger y ayudar a la víctima, «que es nuestra prioridad —afirma Pérez-Carrillo de la Cueva—. Respecto al acosador nosotros proponemos una sanción educativa. Conocemos el caso de un colegio que sancionó a un chico de ESO por acosar a una niña de ocho años. Durante un mes fue a la guardería del cole de 8 a 9 horas de la mañana a atender a los más pequeños: cambiarles el pañal, darles el desayuno, jugar con ellos…».
La Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa) es otra de las organizaciones que también está trabajando en un protocolo de actuación contra el «bullying». Cuando lo termine, lo trasladará a sus más de 12.000 ampas asociadas de todo el país. Como reconoce su presidente Jesús Salido Navarro, «todavía es un tema tabú para muchos centros y familias. Muchos colegios no quieren reconocer que en sus aulas hay acoso. Y, sin embargo, las ampas están comunicándonos muchas situaciones que no se deberían producir en las clases. Hay veces que el acosado no tiene percepción de que está siendo acosado, los testigos no saben discernir lo que ven, los adultos (desde el profesor al conserje) presencian cosas pero miran para otro lado…». Ceapa también defiende la necesidad de elaborar «un Plan Nacional para abordar un protocolo de actuación unificado con el fin detectar y actuar frente al acoso escolar». Además, su presidente aboga por la necesidad de crear «un teléfono de 24 horas donde cualquier persona pueda denunciar los casos de forma anónima».
«Tiene que existir un protocolo a nivel nacional que recoja medidas preventivas y educativas, de protección y defensa de la víctima y correctivas para el acosador, que no puede quedar impune. No se puede trasladar a la víctima a otro colegio, como se está haciendo ahora, para que no sufra más acoso», insiste Luis Carbonel, presidente de la confederación católica de padres y alumnos Concapa.
Proposición no de ley
Precisamente, mañana, las organizaciones sindicales se reúnen con el ministro de Educación para constituir la mesa de negociación del personal docente. El presidente del sindicato de profesores Anpe, Nicolás Fernández Guisado, pedirá el «de sarrollar un plan de mejora de la convivencia escolar que incluya el desarrollo reglamentario de la autoridad del profesor, un programa de prevención de acoso escolar que contemple la aceleración de los protocolos de protección a las víctimas y reactivar el Observatorio Estatal sobre la Convivencia Escolar», parado desde 2007 como ya han denunciado otras entidades como Ceapa y UPyD. También la formación magenta presentó el pasado mes de mayo en el Congreso de los Diputados una proposición no de ley que urge al Gobierno a elaborar un protocolo de identificación, prevención y actuación contra el acoso escolar y el ciberacoso.