Las imágenes muestran a un hombre que deja insconsciente a una mujer a golpes y le intenta bajar los pantalones
EFE. 20 MINUTOS.- La Fiscalía de Barcelona ha presentado una querella contra un tuitero por difundir un vídeo falso que atribuía a un menor extranjero no acompañado (mena) la autoría de una paliza a una joven, a la que supuestamente había violado en Canet de Mar (Barcelona).
En la querella, que investiga el juzgado número seis de Martorell (Barcelona), el Ministerio Público acusa de un delito contra los derechos fundamentales de lesión de la dignidad por motivos de discriminación por nación u origen y el agravante de difusión por internet al internauta, residente en Sant Andreu de la Barca (Barcelona).
Se trata de la segunda iniciativa legal de la Fiscalía de Barcelona contra las «fake news» en España después que en febrero se querellase contra una tuitera acusada de difundir otro vídeo falso que achacaba actitudes violentas a un grupo de menas cuando en realidad había sido grabado en Brasil.
El vídeo de esta segunda querella culpaba a un joven extranjero de una brutal agresión que en realidad sucedió en China y fue divulgado por las autoridades del país asiático, por lo que, como sostiene el Ministerio Público, «nada tiene que ver con ningún hecho sucedido en España ni mucho menos en la localidad de Canet de Mar».
En un mensaje en Twitter, que habría colgado la noche del 1 de julio de 2019 para acompañar la grabación, el querellado sostuvo: «Aquí tenéis el vídeo del MENA marroquí de Canet de Mar, a esos que le vamos a dar la paguita hasta los 23 años, los niños de Pedrito Piscinas. Por cierto, luego para más INRI la viola, estos energúmenos y estas manadas de marroquíes no saldrán en los medios».
El vídeo, de 45 segundos de duración y visualizado 21.900 veces, muestra a un hombre agrediendo a una mujer, a la que propina quince puñetazos en la cabeza y siete patadas hasta dejarla inconsciente, tras lo cual le intenta bajar los pantalones y, finalmente, la agarra del cabello y la arrastra por el suelo y desaparece del campo visual de la cámara de vigilancia que graba los hechos.
El fiscal coordinador de los delitos de odio, Miguel Ángel Aguilar, considera que el tuitero, cuya publicación fue retuiteada 19 veces, tuvo 13 aprobaciones y generó al menos 93 comentarios, actuó «movido por su animadversión y profundo rechazo a los inmigrantes extranjeros de origen marroquí, y entre ellos a su sector más vulnerable como son los menores no acompañados».
Lo acusa además de pretender, «con manifiesto desprecio a la verdad y de forma masiva e indiscriminada», asociar el vídeo con una presunta violación cometida en Canet de Mar por dos menores tutelados «con el fin de difamar a los menores no acompañados procedentes de otros países».
Y para ello, «asociándoles de forma generalizada con actos violentos y agresiones sexuales, desacreditándolos y contribuyendo de esta forma a despertar o aumentar entre la población los prejuicios y estereotipos contra este colectivo de personas, especialmente vulnerables, con el consiguiente riesgo de generar sentimientos de rechazo y hostilidad social».
El fiscal destaca también que el perfil del querellado contiene «múltiples publicaciones de naturaleza xenófoba y racista» con «supuestas informaciones deformadas sobre los inmigrantes», especialmente referentes a «magrebíes y/o musulmanes» y aporta hasta once ejemplos al respecto.
Algunos de ellos califican a los menas como «hijos de la gran puta» y a los musulmanes como «moros de mierda», en otro caso se reproduce la imagen del dictador Adolf Hitler para «solucionar el problema de los menas» y en otra publicación se muestra la cruz céltica, asociada a la ideología supremacista, junto a la frase del líder del Ku Kux Klan David Lane: «Debemos asegurar la existencia de nuestra raza y un futuro para los niños blancos».
El Ministerio Público acordó abrir una investigación a raíz de una denuncia presentada por la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) por la difusión de un vídeo en Twitter con expresiones e imágenes que podían llevar a la «promoción, favorecimiento o incitación a la violencia, el odio, la hostilidad o la discriminación contra los menores no acompañados».
El fiscal ordenó entonces a los Mossos d’Esquadra identificar al autor de la publicación en Twitter, una red social que, recuerda, tiene un potencial de acceso en España de 5 millones de usuarios y gracias al atestado policial se han podido identificar los perfiles de otras personas que difundieron los contenidos denunciados.
Dado que dos de dichos usuarios residen en Murcia y Almería, se ha remitido ya la documentación pertinente a las fiscalías provinciales correspondientes en casa caso.