VALÈNCIA (EFE). El fiscal ha pedido una multa menor, por un delito leve de daños, para los tres activistas del movimiento feminista y LGTBI a quienes se ha juzgado este jueves en València por los incidentes ocurridos en 2019 contra el autobús de Hazte Oír, unos hechos que, a juicio de la propia asociación denunciante, deberían suponer una pena de 8 años de prisión.
Así, la acusación particular ejercida por la organización Hazte Oír considera que se produjeron delitos de coacciones, daños y, sobre todo, desórdenes públicos, que desde su punto de vista “es el meollo de la cuestión”, porque demuestran que el grupo al que pertenecían los activistas actuó con violencia. La defensa ha mantenido su solicitud de libre absolución y ha pedido la imposición de costes a la acusación particular por su temeraria actuación.
Los hechos juzgados ocurrieron el 5 de marzo de 2019 cuando el autobús de Hazte Oír intentó exhibir en València el lema «#StopFeminazis. No es Violencia de Género, es Violencia Doméstica». Un mensaje que, además, iba acompañado del rostro de Hitler maquillado.
El vehículo sufrió daños por valor de algo más de 400 euros. Esos daños constituyen el único delito considerado por el fiscal, que ha manifestado su posición contraria a la de acusación particular. “Importa lo que decía el autobús”, ha señalado, y ha aludido a la imagen de Hitler con los “morros pintados” que llamaba también nazis a los que luchan contra la violencia de género.
“Estas personas, los acusados, dicen que se sintieron aludidas, y es cierto que de tú a tú se dijeron las cosas. Pero no se llegó al delito de odio”, ha explicado. “En cuanto a los desórdenes públicos, es mucho suponer que actuaran en grupo. No hubo alteración de la paz pública”, ha señalado también.
Por su lado, los acusados han respondido solo a las preguntas de su abogada y han explicado que conocieron que venía el autobús por las redes sociales, han reconocido que se sintieron “ofendidos” o “interpelados” y que gritaron consignas.
Durante la vista se han exhibido vídeos en los que puede contemplarse a menos de dos decenas de activistas, entre ellos algunos de los acusados, gritar e interrumpir a los portavoces de Hazte Oír calificándoles de “machistas” y gritando consignas como “largaos de aquí”, “nos dais pena” o “fuera fascistas de nuestro barrio”.
Otro de los vídeos muestra a una de las acusadas dañando el vinilo del bus e insultando a uno de los denunciantes, y también cómo caen algunas naranjas contra las personas congregadas cerca del autobús.
En un vídeo más se puede identificar a Fran, uno de los acusados, interrumpiendo a los portavoces de Hazte Oír de manera constante con palabras como “el odio no es libertad de expresión”, al tiempo que la portavoz de la organización, Teresa García Noblejas, se queja de que “los defensores de la mujer» le estaban «agrediendo”.
Los dos representantes de Hazte Oír han declarado como testigos e identificado a las personas acusadas. También han prestado testimonio dos fotoperiodistas, uno de los cuales ha declarado que «rompieron algún trozo de vinilo y cayeron algunas naranjas”.
Policías locales
En la vista han comparecido también dos policías locales, que han explicado cómo abordaron al autobús de Hazte Oír para someter el vehículo a una inspección, de la cual concluyeron que incumplía gravemente las órdenes que regulan cómo deben instalarse vinilos sobre ese tipo de vehículos.
Pero también han señalado que, de no haber sido por la situación de tensión creada por los activistas, el bus habría podido haber reparado el problema (básicamente retirando el vinilo de ventanas o puertas de salida) en el mismo lugar en donde se produjeron los incidentes.
Sin embargo, a causa de la tensión reinante, el bus tuvo que ser trasladado a dependencias policiales, donde el conductor retiró el plástico.
