Dos hombres y una mujer han sido acusados de asesinar y calcinar a Danna Reyes el pasado sábado en Mexicali
BEATRIZ GUILLÉN. EL PAÍS.- La joven Danna Reyes, de 16 años, fue asesinada el pasado sábado en Mexicali (Baja California, México). Su cuerpo fue encontrado envuelto en llamas en una colonia periférica de la capital del Estado. Al referirse a este feminicidio, el fiscal de Baja California, Guillermo Ruiz Hernández, añadió el lunes: “La niña pues también traía tatuajes por todos lados”.
En una conferencia sobre la inseguridad en la entidad, el fiscal estatal advirtió del creciente repunte de homicidios en Mexicali y mencionó de forma superficial el asesinato de Reyes: “¿Cómo estamos protegiendo a la juventud de este mal que estamos atravesando? Hay que atacarlo y también trabajar en la prevención. Tristemente en Mexicali asesinaron la semana pasada a una niña de 16 años, la niña pues también traía tatuajes por todos lados y también el crimen lo comete uno de 18 y uno de 22 años, sus compañeros, 18, 22 y 23 años”.
Ruiz Hernández se refiere a los dos hombres y una mujer detenidos por el asesinato de la joven, que fueron identificados por la grabación de un vídeo de seguridad. Las imágenes muestran cómo se bajan de un coche con una figura envuelta en mantas, la colocan en el suelo y le prenden fuego. Justo después, alrededor de las 15.00 horas, vuelven a montarse en el vehículo y abandonan el lugar.
El fiscal utiliza este caso para alertar de que “el problema delincuencial en el Estado bajó a esas edades”: “Tenemos que tener mucho cuidado, de qué vamos a hacer con ellos, cómo vamos a prevenir que esa adolescencia no esté llegando a la delincuencia”.
Ante la pregunta en directo de un ciudadano sobre cuál era la relación entre los tatuajes y los actos de los jóvenes que delinquen, el fiscal trata de argumentar que “no es tan grave que tengan el tatuaje”, sino que los padres induzcan a los menores a hacérselos.
En ese momento, Ruiz Hernández vuelve a cargar contra Danna Reyes: “Esta muchacha que te digo, víctima de Mexicali, traía un tatuaje con una metralleta y un cuerno de chivo en el antebrazo y es muy grave que no tengamos nosotros la precaución de cuidar a los adolescentes y a las criaturas. Vamos a buscar cómo sancionamos a los padres que permitan o le induzcan esos tatuajes a los menores”.
El comentario de Ruiz Hernández ha sido ampliamente criticado en redes sociales e incluso organizaciones como la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Baja California (CEDHBC) ha exigido a la Fiscalía que no “revictimice ni estigmatice a víctimas de delitos como el feminicidio y otros tipos de violencia contra las mujeres”. En concreto la comisión demandó que no se asocien “modificaciones corporales como los tatuajes a conductas delictivas”.
El Servicio Médico Forense de Baja California apuntó a que la joven asesinada presentaba el 45% del cuerpo quemado, además de “múltiples lesiones en todo el cuerpo como contusiones y heridas producidas por un mecanismo punzocortante en el cuello y en tórax”. El traumatismo craneoencefálico y las heridas fueron la “causa determinante” del fallecimiento, según informan diversos medios mexicanos.
