Dice que no se podía garantizar la seguridad de los participantes del encuentro
FRANCISCO VILLAESCUSA. MARCA.- El acta arbitral del partido Rayo-Albacete redactada por el colegiado cántabro López Toca no deja lugar a dudas e indica claramente que la suspensión llegó provocada porque, «la Coordinadora de Seguridad nos comunicó que las fuerzas de seguridad no podían garantizar la seguridad de los participantes en el encuentro en la actual situación», refleja textualmente el documento.
El colegiado amplía datos al respecto y añade que, «Ante esa información le pedí si era posible desalojar la zona del estadio donde se habían producido los incidentes para intentar continuar el partido sin público en esa zona, ante lo que me respondió que no tenían efectivos suficientes para proceder al desalojo. El equipo visitante nos comunicó que el estado de ánimo del afectado y del resto de los jugadores no era el adecuado para continuar el encuentro», escribe el colegiado.
«El equipo local nos ofreció su total colaboración para buscar cualquier alternativa que hiciera posible la continuación del encuentro. En ese sentido propuso la opción de jugar la segunda mitad del partido a puerta cerrada, si bien, dicha opción quedó descartada por la Coordinadora de Seguridad según se ha descrito anteriormente», añade.
«Como consecuencia de todo lo anterior, tras agotar todas las posibilidades de continuar el encuentro, y teniendo en consideración la información de la Coordinadora de Seguridad del Estadio sobre la conveniencia de la suspensión definitiva del partido, ya que no podía garantizar la seguridad en el mismo, ni la necesaria protección de los participantes, decido suspender definitivamente el encuentro, comunicándoselo de esta manera a todos los involucrados, quienes lo reciben de manera favorable», concluye el acta arbitral.
El documento explica los acontecimientos previos a la toma de la decisión y refleja los insultos proferidos contra Zozulia. «Detuve de nuevo el encuentro, ya que desde el mismo fondo se estaban realizando los siguientes cánticos: «Roman Zozulya, un puto nazi». Por ello, comuniqué al Delegado de Campo que si dichos cánticos no cesaban me vería obligado a suspender el partido. Le indiqué que se transmitiera este mensaje y la posibilidad de suspensión del partido por megafonía», advirtió el colegiado.
ESTE ES EL ACTA COMPLETA:
Otras incidencias: En el minuto 38:53 de partido observé la presencia de una pancarta de grandes dimensiones (aproximadamente de unos 10-15 metros de largo) con el lema «EVITAR QUE UN NAZI VISTA LA FRANJA», en el fondo de acceso a vestuarios donde se encuentran aficionados del club local, identificados como tales por las banderas e indumentarias que portaban. Desde ese mismo fondo se proferían los siguientes cánticos: «El que no baile es un fascista», «el que no baile es Roman Zozulya», por lo que en ese minuto 38:53, decidí detener el encuentro y ordenar al delegado de campo, D. Miguel A. Ortiz Rodrigo, que se debía retirar dicha pancarta, a la vez que le indiqué que se transmitiera a través de la megafonía del estadio un mensaje para que cesaran los cánticos y comportamientos anteriormente descritos.
Acto seguido y tras emitirse el mensaje por la megafonía del estadio, la pancarta fue ocultada y al no proseguir dichos cánticos, reanudé el partido. El juego estuvo detenido aproximadamente 50 segundos. En el minuto 42:24, detuve de nuevo el encuentro, ya que desde el mismo fondo se estaban realizando los siguientes cánticos: «Roman Zozulya, un puto nazi». Por ello, comuniqué al Delegado de Campo que si dichos cánticos no cesaban me vería obligado a suspender el partido. Le indiqué que se transmitiera este mensaje y la posibilidad de suspensión del partido por megafonía. El juego estuvo detenido durante aproximadamente un minuto y 15 segundos en este proceso.
Al finalizar la primera mitad, y una vez en los vestuarios del estadio, me reuní con la Coordinadora de Seguridad del Estadio y representantes de ambos clubes. En esta reunión la Coordinadora de Seguridad nos comunicó que las fuerzas de seguridad no podían garantizar la seguridad de los participantes en el encuentro en la actual situación. Ante esa información le pedí si era posible desalojar la zona del estadio donde se habían producido los incidentes para intentar continuar el partido sin público en esa zona, ante lo que me respondió que no tenían efectivos suficientes para proceder al desalojo.
El equipo visitante nos comunicó que el estado de ánimo del afectado y del resto de los jugadores no era el adecuado para continuar el encuentro. El equipo local nos ofreció su total colaboración para buscar cualquier alternativa que hiciera posible la continuación del encuentro. En ese sentido propuso la opción de jugar la segunda mitad del partido a puerta cerrada, si bien, dicha opción quedó descartada por la Coordinadora de Seguridad según se ha descrito anteriormente.
Como consecuencia de todo lo anterior, tras agotar todas las posibilidades de continuar el encuentro, y teniendo en consideración la información de la Coordinadora de Seguridad del Estadio sobre la conveniencia de la suspensión definitiva del partido, ya que no podía garantizar la seguridad en el mismo, ni la necesaria protección de los participantes, decido suspender definitivamente el encuentro, comunicándoselo de esta manera a todos los involucrados, quienes lo reciben de manera favorable.