El País.- Los restos de las dos mujeres aparecieron tirados en una carretera de un territorio acostumbrado a convivir con la violencia. Chihuahua es el segundo Estado de México con más crímenes de odio contra el colectivo LGTB+
La última vez que las familias hablaron con Tania y Nohemí era sábado. La mañana del día siguiente, los cuerpos de las dos jóvenes, de 28 años, aparecieron desmembrados y tirados en bolsas de basura en una carretera del Valle de Juárez, en Chihuahua. El atroz crimen ha indignado a una población que convive con los feminicidios casi diarios de sus mujeres. En esta ocasión, reconocen los colectivos, sorprende la saña. Las chicas eran pareja sentimental y tenían tres hijos, según han informado medios locales. El Estado es el segundo con mayor número de crímenes de odio contra la población LGTB+ de todo México.
La carretera Juárez-Porvenir es un lugar violento, históricamente controlada por los cárteles de droga. Pero el hallazgo de dos mujeres descuartizadas cuyos restos quedaron desperdigados sobre el asfalto, a la altura del poblado San Agustín, alertó a los vecinos y después a las organizaciones de defensa de las mujeres. “Nos duele la brutalidad de lo que está sucediendo en Ciudad Juárez: ahora el doble feminicidio a una pareja de lesbianas”, ha indicado David Adrián García, secretario del Comité de la Diversidad Sexual de Chihuahua, que exige al Gobierno estatal justicia para el crimen.
La Fiscalía de Chihuahua ha confirmado a EL PAÍS que las dos chicas eran originarias de Ciudad Juárez y allí residían, aunque una de ellas tenía familia en El Paso, Texas (EE UU). Además, el fiscal general del Estado, Roberto Javier Fierro, ha descartado que el asesinato de las chicas sea a causa de su orientación sexual: “Vamos muy avanzados en la investigación, son diversas líneas, pero crimen de odio no es”. El funcionario ha tratado de colocar el móvil del crimen en “la actividad económica y el entorno” de las dos mujeres.
Sin embargo, la Secretaría de Gobernación (Segob) ha hecho un llamamiento al Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación y a la Comisión Nacional para Erradicar la Violencia contra las Mujeres para esclarecer asesinato de la pareja. La Segob también ha exigido al Gobierno de la panista Maru Campos reforzar las políticas públicas para combatir los discursos de odio y la lesbofobia. “Desde que era diputada, la ahora gobernadora se ha pronunciado contra el matrimonio igualitario, abonando un clima de rechazo a la población LGTB, que no nos ayuda a acabar con la violencia”, apunta el secretario del Comité de la Diversidad Sexual.
Los datos de la organización Letra S sitúan a Chihuahua como el segundo Estado con más crímenes de odio de México, solo por detrás de Veracruz. En 2019, 20 miembros de los colectivos LGTB+ fueron asesinados. “Ya estamos cansados”, dice García, “los crímenes se suceden todo el tiempo, queremos circular de forma libre y segura por el Estado”.
“Estamos muy preocupadas por la violencia atroz que estamos viviendo”, añade María Elena Ramos, directora de Programa Compañeros e integrante del movimiento de mujeres de Chihuahua. “Que hayan asesinado a unas madres de familia, de esa manera, nos hace reaccionar. Nos toca señalar lo que está pasando a las mujeres lesbianas y a todas las mujeres en general”. Las organizaciones han convocado una protesta para este jueves frente a la Fiscalía y una marcha de varios kilómetros hasta el Centro de Justicia de Mujeres, para que atraigan el caso y se investigue con perspectiva de género.
Ramos, que lleva más de 30 años trabajando contra los estragos de la violencia en el Estado, refiere que la situación se está recrudeciendo en Ciudad Juárez. “Volvimos a lo que estaba pasando entre 2009 y 2012, cuando el crimen organizado mandaba mensajes muy cruentos. Ellos quieren sembrar miedo y dolor, estamos impactados porque han prendido fuego a una tienda, al transporte público… Esta situación nos está diciendo que hay un estado de indefensión tremendo y poca actuación de los Gobiernos”, ha apuntado la directora de Programa Compañeros.
En México, 11 mujeres son asesinadas al día, la tasa de impunidad supera el 95% y solo un 2% de los casos termina en sentencia. Tan solo entre 2018 y el año pasado, 11.602 mujeres han sido asesinadas en México, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Además, el Observatorio Nacional del Feminicidio añade al retrato de unas autoridades rebasadas que cada vez se asesina a mujeres más jóvenes y con mayor ensañamiento.