El Mundo/RAFAEL J. ÁLVAREZ- Un estudio de la Fundación Mapfre y la Universidad de Deusto sostiene que las mujeres sufren seis veces más miedo y problemas de alimentación y el doble de ansiedad, sueño, tristeza y nerviosismo. Y reciben cuatro veces más ataques sobre su aspecto físico y el doble de contenido sexual.
La diatriba, el insulto, el desprecio y hasta el acoso en redes sociales es más cosa de hombres que de mujeres.
Casi el doble, para ser exactos.
No es que la mayoría de usuarios digitales patrios veje a los demás, ni mucho menos. Son una minoría, pero hacen daño y se retratan por sexo: el 16% de los hombres y el 9% de las mujeres.
Y ese odio vale para todos los escenarios de la vida: el aspecto físico, la salud mental, las ideas ajenas, las conductas de cada uno, la política, la religión y, por supuesto, el sexo.
Es una de las conclusiones medidas en el estudio Comentarios negativos en las redes sociales, trabajado por la Fundación Mapfre y la Universidad de Deusto sobre 2.520 usuarios de Instagram, Facebook, Twitter, Only Fans, Snapchat o Youtube de varias comunidades autónomas y que concreta este ciberacoso en «insultar, amenazar, difundir falsos rumores y hasta suplantar identidades, acciones que, por lo general, se llevan a cabo mediante comentarios o mensajes privados».
El informe constata el «impacto negativo» que los comentarios hirientes tienen «sobre la salud mental y física de las personas» y, por ende, «su calidad de vida».
Hablamos de «mayores niveles de ansiedad, depresión, estrés o problemas de imagen corporal», un mundo de mensajes envenenados que, también aquí, impactan más en las mujeres que en los hombres. Y es que, aunque ellos también sufren, ellas son más diana del ataque ajeno.
Datos: las mujeres llegan a padecer seis veces más miedo que los hombres (6% frente a 1%), cinco veces más problemas de alimentación (10%-2%), casi tres veces más inseguridad (22%-8%) y el doble de ansiedad (13%-6%) y problemas de sueño (15%-9%), tristeza (22%-11%) y nerviosismo (25% y 12%). Y también más mujeres que hombres sienten enfado: 38%-25%.
Los investigadores señalan un impacto en la salud mental «y física» al constatar otro dato que ilustra el carácter sexista de la sociedad. Un 10% de las mujeres que recibieron comentarios negativos afirmó tener problemas alimentarios a raíz de esos mensajes. «La cultura de la dieta, los trastornos alimenticios y la dismorfia corporal están ampliamente generalizados en esta población debido a los cánones estéticos y de belleza», argumenta la investigación.
¿Con qué se ataca a los hombres y con qué a las mujeres?
Esta clasificación por sexos es una radiografía de los roles de género en España. Los hombres reciben más comentarios negativos sobre política (el 52% de ellos y el 28% de ellas) y sobre sus ideas (47%-45%) y las mujeres muchas más críticas sobre el aspecto físico y el sexo. Para concretar, el cuádruple de mujeres que de hombres tiene que soportar andanadas sobre su físico (22%-6%) y más del doble se ven obligadas a leer ataques de connotación sexual (10%-4%).
Se acosa levemente más a los hombres que a las mujeres en las ideas (47%-45%), las conductas (17%-13%) y la religión (7%-9%). Pero hay el doble de atacadas que atacados por salud mental (5%-2%) y casi el doble por familia (5%-3%).
El gran panorama por género se completa con otras dos cifras:
-A más hombres que a mujeres «no les impacta» un mensaje nocivo (54% en hombres frente al 34% en mujeres).
-Ellas (22%) tienden a compartir sus problemas con otras personas. O sea, hablan de ello más que los hombres (11%) como estrategia para afrontar mejor estas experiencias.
Una de las autoras del estudio es Ana Estévez, profesora titular de la Facultad de Ciencias de la Salud en la Universidad de Deusto. «Las mujeres presentan cifras significativamente más altas en ansiedad, estrés, nerviosismo o miedo. Hay estudios que dicen que hasta la adolescencia, esos niveles son similares en hombres y mujeres, pero que a partir de los 13 ó 14 años las mujeres presentan más sintomatología depresiva por situaciones de vida estresantes. Reciben más comentarios negativos respecto a la imagen o de contenido sexual».
-¿Lo que ustedes han visto en el estudio es un espejo de lo que pasa en la sociedad?, preguntamos a esta psicóloga experta en adicciones comportamentales.
-Las redes sociales son el mismo mundo que el de fuera, aunque tienen sus características propias. Por ejemplo, una mayor invulnerabilidad a la hora de proferir ataques. Y también, por supuesto, más a la mujer. Las redes son un reflejo de lo que pasa fuera de ellas».
Por edades, el informe sostiene que los jóvenes reaccionan emocionalmente más que los mayores. El 50% de los mayores de 35 años y el 66% de los menores. Y en el universo de las redes sociales, presuntamente copado por los jóvenes, resulta que las personas que más comentarios negativos reciben y hacen son las que están entre los 35 y los 54 años. Afinando, casi 7 de cada 10 iracundos, bordes u ofensivos tienen más de 45 años.
Otra aportación novedosa de esta investigación sociológica tiene que ver con los territorios, porque no en todos los sitios se insulta sobre las mismas cosas. O, mejor dicho, en unos lugares más gente ataca sobre algo que en otros.
La cartografía del odio digital dice que los usuarios de Galicia (el 54% de quienes atacan) y de Madrid (52%) son los que más comentarios negativos hacen sobre política. Les andan cerca los de Cataluña (49%) y un poco más alejados los del País Vasco (40%).
En cambio, en la Comunidad Valenciana (58%), País Vasco (52%) y Andalucía (51%) es donde se hacen más críticas a las conductas ajenas.
Lo más habitual, tanto por sexos, como por edades o CCAA, es responder de forma «breve e indiferente». Después, «bloquear o borrar comentarios», «intentar la autodefensa» o «hablar con otras personas sobre el suceso». Lo que menos se hace es «contraatacar con otro comentario negativo». Pero, ¿cuál es la autonomía que más responde con la misma moneda? La Comunidad Valenciana, con el 10% de los usuarios.