EFE.- La pandemia tuvo consecuencias en el racismo de las fuerzas policiales y al discurso anti-LGTBI, que se convirtieron en un «problema» durante los confinamientos y los toques de queda, señaló este jueves el Comité Europeo contra el Racismo y la Intolerancia (Ecri).
La pandemia tuvo consecuencias en el racismo de las fuerzas policiales y al discurso anti-LGTBI, que se convirtieron en un «problema» durante los confinamientos y los toques de queda, señaló este jueves el Comité Europeo contra el Racismo y la Intolerancia (Ecri).
El órgano del Consejo de Europa subraya, en su informe anual, que las víctimas no se sienten «suficientemente apoyadas por la autoridades», ya que los mecanismos de denuncia policial en algunos países «no garantizan la rendición de cuentas de la policía».
Añade que «la creciente estigmatización de los grupos minoritarios plantea un gran obstáculo para el éxito de su integración», cuando la policía les discrimina «por el color de su piel, sin ninguna justificación basada en su comportamiento».
El racismo policial «no se limita al comportamiento de unos pocos agentes, sino que representa actitudes generalizadas y profundamente arraigadas», según los expertos del Ecri.
Además del racismo policial, el informe del Ecri se centra en el impacto de la pandemia y la desigual situación del colectivo LGTBI a lo largo del continente.
El primer asunto ha afectado especialmente a personas alojadas en condiciones de hacinamiento, como inmigrantes -incluidas algunas categorías de trabajadores temporales y demandantes de asilo- y romanís.
El hecho de que la pandemia haya provocado una mayor digitalización de los servicios educativos y sanitarios, así como de los servicios de entrega de permisos de trabajo o residencia, también ha afectado a los colectivos más vulnerables.
Respecto al colectivo LGTBI, el informe asegura que el nivel de aceptación «se mantiene alto» en varios países europeos, pero en otros se da una «fuerte retórica política» en partidos gobernantes contra la percibida como «ideología LGTBI» o «ideología de género».
La presidenta del ECRI, la griega Maria Daniella Marouda, advirtió también en un comunicado que «nunca se debe subestimar el peligro de las declaraciones políticas ultranacionalistas y los discursos de odio» que han precedido y acompañan a la agresión rusa contra Ucrania».