EFE. LA VANGUARDIA.- La Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia (ECRI, por sus siglas en inglés) del Consejo de Europa alertó este jueves en su informe anual contra «la influencia creciente de las políticas ultranacionalistas y xenófobas a lo largo de Europa».
Tras el avance de los partidos nacionalistas en los comicios europeos y algunos nacionales, la ECRI ve preocupante que un número creciente de partidos políticos tradicionales adopten políticas restrictivas en inmigración, asociadas antes a partidos ultras.
Añade que las campañas electorales de 2019 mostraron un aumento del mensaje ultranacionalista, racista y homófobo «cada vez más presente e incluso marcando la pauta en las redes sociales».
Destaca el informe que los comentarios insultantes y degradantes «que hubieran sido considerados inaceptables en el pasado, se están convirtiendo en una nueva norma».
A ello se suma que los grupos que defienden los intereses de los grupos vulnerables «siguen careciendo de recursos financieros y de personal».
La presidenta de la comisión, la griega Maria Daniella Marouda, dijo en declaraciones a la prensa que es «sumamente importante que haya una reacción instantánea del presidente del Gobierno o del Parlamento que contrarreste el discurso de odio» y apostó por la labor preventiva.
Para la secretaria general del Consejo de Europa, Marija Pejcinovic, actos atroces como el reciente tiroteo en la localidad alemana de Hanau «son a menudo producto de palabras envenenadas y teorías de la conspiración difundidas en las redes sociales».
El informe incide en el «desenfrenado odio contra judíos y musulmanes» y la creciente hostilidad contra el trabajo de las ONG con grupos vulnerables.
«El nacionalismo xenófobo continua retratando al islam como una religión ajena a la cultura e identidad nacional de muchos Estados miembros», dice el informe.
Destaca también la retórica xenófoba y la violencia contra el colectivo gitano, la población negra y el colectivo LGBTI.
La ECRI examina periódicamente el trabajo de los países para luchar contra el racismo y la intolerancia, la labor de los órganos nacionales y la protección hacia las víctimas.
La última visita a España se efectuó en 2017. Un año después se publicó un informe que instó al Gobierno a crear con urgencia un organismo, independiente del Ejecutivo, por la igualdad y contra el racismo, dotado de presupuesto e infraestructura suficientes.
El Observatorio español del racismo y la xenofobia, adscrito a la Secretaría de Estado de Migraciones, cuenta desde 2018 con las funciones de recopilar y examinar información, promover la igualdad de trato y coordinar la prevención y lucha contra el racismo.