El Congreso rechaza la ley de mínimos contra la discriminación LGTBI del PP

| 22 febrero, 2018

La enmienda a la totalidad presentada por los populares para tumbar la ley de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea ha sido rechazada por 206 diputados frente a los 131 que han votado a favor. La oposición ha hecho hincapié en que se trata de una propuesta «vacía de contenido» y que «no obliga a nada». «Es una sarta de artículos vacíos que no ha trabajado con ningún colectivo LGTBI», ha dicho la diputada del grupo confederal Mar García Puig

MARTA BORRAZ. ELDIARIO.ES.- El Congreso ha rechazado  el texto alternativo presentado por el Partido Popular a la ley LGTBI de Unidos Podemos, que la cámara tomó en consideración el pasado mes de septiembre. 206 diputados –todos los grupos parlamentarios excepto el PP, UPN y Foro– han votado en contra y 131 han votado a favor de la enmienda a la totalidad de los populares, que deja en una propuesta de mínimos la norma y  que apenas establece medidas concretas ni obligatorias. 

Casi todos los representantes han iniciado sus intervenciones recordando a Ekai, el adolescente trans de 16 años que se suicidó la semana pasada luchando por que su identidad de género fuera reconocida. La diputada del PP Marta González ha defendido la enmienda de su partido cargando contra la de Unidos Podemos, que ha calificado de «desproporcionada». «El respeto a la diversidad y el rechazo a la discriminación no lleva consigo la necesidad de intervención en todo tipo de ámbitos», ha argumentado. 

Tras un debate entre la representante popular y Mar García Puig, de Unidos Podemos- En Comú Podem- En Marea, casi todas las diputadas y diputados que han intervenido han hecho hincapié en que la enmienda del PP está «vacía de contenido», «no obliga a nada» y «como mucho es una declaración de intenciones». Puig ha asegurado que se trata de «una sarta de artículos vacíos que no ha trabajado con ningún colectivo LGTBI» y ha criticado que los populares acudieran a la manifestación del Orgullo el año pasado: «Ustedes, que son tan de banderas, ¿no les da vergüenza ponerse detrás de una para después traicionar su causa de esta forma?».

La diputada se refiere a la carta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), que firmaron todos los partidos como «compromiso» para acudir a la manifestación. El primer punto de la misiva apuntaba al apoyo a la Ley LGTBI, que aunque ha sido presentada por Unidos Podemos, fue redactada por la FELGTB. 

Tanto el PSOE como Ciudadanos han insistido en que la propuesta del PP «se queda muy corta» y «no aporta nada nuevo a lo que ya existe, además de entorpecer la adopción de medidas», ha argumentado la diputada de Ciudadanos Patricia Reyes, que ha calificad la enmienda de «papel mojado» y «cortina de humo». «No establece ningún mecanismo para garantizar la igualdad de trato», ha añadido la diputada socialista  María Dolores Galovart.

Por su parte, Joseba Andoni, del PNV, ha anunciado que su grupo presentará las enmiendas pertinentes para mejorar el texto de Unidos Podemos, pero ha lamentado que el del PP «no cuestiona nada importante ni se compromete a nada».

La ley LGTBI de Unidos Podemos inició su andadura con polémica porque la parte sancionadora preveía multas para expresiones vejatorias en redes sociales. El grupo confederal anunció más tarde que eliminarían esos artículos, pero el PP ha cargado contra ellos haciendo referencia a la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como Ley Mordaza. «Todo aquello que se dijo de la ley sobre vulneración de la libertad de expresión y las sanciones desproporcionadas, ¿no lo traen ahora a colación con este texto? ¿Es que acaso defiende más la libertad de unos frente a otros?, ha preguntado González dirigiéndose a la bancada de Unidos Podemos.

Una ley de mínimos

La propuesta popular, ahora rechazada por el pleno, constaba de 33 artículos  que abordaban diferentes ámbitos y que, aunque reconocían «la necesidad» de erradicar la discriminación «por razones de orientación sexual e identidad sexual», apenas contemplaba medidas específicas ni estaba revestido de carácter obligatorio. 

El texto dedicaba a la educación, pero no deslizaba ninguna medida concreta: no se nombraba la necesidad de contar con contenidos LGTBI o referentes positivos en el material didáctico, en las asignaturas,   en los libros de texto  o en los programas de estudio. Tampoco había ninguna referencia a las universidades, a la diversidad familiar   ni al respeto a la identidad de los alumnos trans en los centros educativos.

En general, la ley del PP apenas contemplaba medidas dirigidas al colectivo trans. No abordaba el tema de la despatologización de la transexualidad ni el derecho a la autodeterminación de género, los dos principios con los que se están alumbrando las legislaciones más avanzadas en el mundo   y las exigencias de organismos internacionales como el Consejo de Europa.

De hecho,   el Congreso ha aprobado recientemente la toma en consideración de un proyecto de ley  para eliminar en España el requisito de que los trans deban declararse enfermos para cambiar su nombre y sexo legal. Una iniciativa a la que el Partido Popular votó en contra.

Tampoco se refería a las  políticas de salud públicas, a los de derechos sexuales y reproductivos o de protocolos de atención a las personas trans en el ámbito de la salud; mantenía la discriminación de  las parejas de mujeres, que deben estar casadas para inscribir a sus hijos en el Registro Civil  y de las mujeres lesbianas y su acceso a las técnicas de reproducción asistida. 

Además, el PP eliminó la prohibición de   las llamadas terapias de conversión para homosexuales,  que sí incluye   la ley de Unidos Podemos y se dejó por el camino el trato hacia las personas LGTBI en los centros penitenciarios, la formación de los profesionales del ámbito de la justicia o medidas concretas sobre la cultura, el ocio o la juventud.

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