EFE. LA VANGUARDIA.- El Comité Central Electoral israelí tendrá que decidir si prohíbe la presentación a las elecciones generales el 9 de abril del partido Otzma Yehudit (Poder Judío), después de recibir una petición para ello por considerarlo un partido racista.
Anoche, el comité -formado por representantes de todos los partidos representados en el Parlamento (Kneset)- recibió el escrito con la firma requerida de 12 miembros, tras unirse finalmente a la petición el partido Yesh Atid (Hay Futuro) encabezado por Yair Lapid, informaron hoy los medios locales.
«Nos hemos unido a la petición por nuestro compromiso para trabajar con todos los medios necesarios para impedir a los Kajanistas entren en la Kneset», dijo Yesh Atid, en referencia a los seguidores de ese partido, en un comunicado recogido por el diario Haaretz.
La petición a este órgano político (cuya decisión puede ser apelada ante el Tribunal Supremo) fue iniciada por el frente pacifista Meretz y solicita que se descalifique como candidatos a Michael Ben Ari e Itamar Ben Gvir, del partido ultranacionalista, que ocupan los puestos cinco y ocho, respectivamente, en la candidatura de la coalición La Derecha Unida.
El diputado de Meretz Mijal Rozin dijo que el centro-izquierda «no puede quedarse callado frente al racismo, no se calla ante el terrorismo judío y no da legitimidad a gente que pide un estado de halajá (ley judía) solo para judíos», aseguró el diario Maariv.
Muchos de los líderes de Otzma Yehudit fueron seguidores del rabino Meir Kajan, cuyo movimiento (Kaj) fue declarado organización terrorista en los años noventa.
Según el escrito, «incitaron a ataques contra la población árabe después de ataques terroristas» e insultan a los ciudadanos árabes del país (un 20% de la población, palestinos que quedaron en Israel tras su creación, en 1948).
El primer ministro, Benjamín Netanyahu, ha sido criticado por sectores de izquierdas y parte de la diáspora judía en EE.UU. por incentivar la alianza electoral entre Otzma Yehudit y Hogar Judío, que permitiría la entrada de los primeros a la Cámara y posibilitaría su apoyo para formar una coalición de gobierno de derechas.
El ministro de Educación y líder de Nueva Derecha, Naftali Benet, aseguró, por su parte, que cree que los kajanistas no deben entrar al Parlamento, pero rechazó la iniciativa para descalificarles por proceder de «una izquierda que se apoya en los partidos árabes que minan la existencia del Estado».