ALBERTO MUÑOZ. EL MUNDO.- Ethan Stable, el neonazi que fue detenido el pasado mes de junio cuando se dirigía a un pub gay para realizar labores de reconocimiento mientras en su casa guardaba un hacha y un machete, ha sido declarado culpable por un juzgado de Leeds de «planear un atentado terrorista, llevar a cabo amenazas de muerte y poseer de explosivos». El joven de 20 años, que espera ahora al lunes para escuchar la sentencia, fue atajado por miembros de la policía gracias a un chivatazo proveniente de un grupo de Facebook en el que aseguró que se «iba a la guerra» y que tenía pensado «masacrar a todos y cada uno de esos bastardos homosexuales».
Y es que Stables, que culpaba de su desempleo a los «maricones», los «espásticos» y la Ley de Igualdad, también había expresado su odio hacia los musulmanes y los judíos, como quedó demostrado en algunos mensajes de WhatsApp intervenidos por la policía un mes antes de su arresto: «Mi país está siendo violado, igual debería convertirme en un skinhead y matar gente».
De hecho el propio joven inglés dejó patente esa conversión a la ideología de extrema derecha tras publicar en internet un selfie con la bandera nazi que tenía colgada en la pared de su habitación y comprándose dos brazaletes con la esvástica después de que uno de ellos fuese confiscado por la policía. Además, según las pruebas presentadas durante el juicio, Stables aseguró en una ocasión, tras quemar una bandera arcoíris, que los «homosexuales están más guapos en llamas».
A pesar de que su defensa ha intentado hacer ver que él solo «manifestaba su enfado de forma online» -además de asegurar que es bisexual, que tiene un principio de autismo y que es «solitario e inadecuado»- la cantidad de pruebas presentadas en su contra ha sido abrumadora. Por ejemplo, sus búsquedas en Google indican cómo se estaba preparando para las consecuencias que vendrían una vez que la «masacre» tuviese lugar: «Quiero irme de matanza», «Cómo hacer veneno químico», «Cómo es la cárcel para un asesino» o incluso «¿Te cortan el pelo en prisión?». De hecho también buscó tutoriales para crear bombas de fabricación casera, encontrando los inspectores varios artefactos explosivos durante el registro de su domicilio.
Según ha declarado su madre durante el juicio, la radicalización del joven pudo producirse durante uno de sus viajes a Alemania en los que iba a «visitar a una chica», algo que Stables corroboró al asegurar que «activistas de extrema derecha» a los que había conocido en alguno de los hostales donde se alojó le habían «lavado el cerebro». Aunque fue algo que aceptó para «poder encajar en los grupos de Facebook», durante el proceso aseguró sentirse «avergonzado» por tener que hacer eso para impresionar a sus amigos dada su condición de «bisexual».